El conflicto entre Antonio Garamendi, líder de CEOE, y Gerardo Cuerva, de Cepyme, ha añadido esta semana un fuerte enfrentamiento por el voto delegado en los comicios para liderar las pymes
La guerra soterrada en la cúpula de la CEOE estalla por el liderazgo de las pequeñas empresas
Si durante un tiempo el enfrentamiento entre los líderes empresariales de CEOE y Cepyme, Antonio Garamendi y Gerardo Cuerva, pretendió ser discreto, esta semana ha sido la constatación de que se trata de un capítulo del pasado.
El martes, los órganos internos de la patronal de pymes se reunieron en un ambiente de guerra total a propósito de la voluntad del actual presidente, Gerardo Cuerva, de suprimir el voto delegado que permitían sus Estatutos de cara a las próximas elecciones.
Según ha expresado la dirección de Cepyme a los medios, la decisión partía de la “presión” por parte de CEOE para conseguir votos delegados para desbancar a Cuerva de la presidencia de Cepyme en los comicios, en los que Antonio Garamendi ha reconocido que pretende apoyar una candidatura alternativa para “renovar” la patronal de pequeñas y medianas empresas.
Además, la dirección de Cepyme ha justificado la necesidad de suprimir el voto delegado con un informe jurídico que considera que la medida, sin límite en el número de votos que pueden cederse, puede poner en peligro los “principios democráticos” de la elección. También recuerdan que esta posibilidad no está en las organizaciones de CEOE y ATA, donde el voto debe ser personal y presencial.
Una votación en el punto de miraEste martes por la noche, Cepyme comunicaba de manera oficial que su junta directiva había aprobado suprimir el voto delegado. “Dicha modificación tiene como objetivo promover la libre participación de las asociaciones miembro en los procesos decisorios de CEPYME, garantizando que el voto sea libre y secreto, tal y como establecen los Estatutos”, apuntaba un breve comunicado.
Sin embargo, esta eliminación del voto delegado está en el punto de mira por su legitimidad. La junta directiva de Cepyme la aprobó por una mayoría reñida, pero después de que el Comité Ejecutivo de la patronal –quien propone los temas a tratar en la junta directiva– rechazara este cambio (también por una mayoría bastante ajustada).
Mientras Gerardo Cuerva justifica que la decisión del Comité no es preceptiva y se basa en un reglamento de funcionamiento interno para defender la legitimidad de la votación de la junta directiva, las voces discrepantes en Cepyme y en CEOE advierten de la posibilidad de impugnar la decisión por infringir los Estatutos de la patronal.
Segundo choque en el comité de CEOETras la sesión del martes, este miércoles se ha vuelto a vivir el enfrentamiento en el Comité Ejecutivo de CEOE, en el que estaban presentes los principales protagonistas, tanto Antonio Garamendi como Gerardo Cuerva, aunque la guerra ya ha traspasado el choque personal y se trata de una profunda crisis en el seno de las patronales.
Según fuentes patronales, el vicepresidente primero de CEOE, Miguel Garrido, y líder de la patronal madrileña, ha instado directamente a Gerardo Cuerva a “rectificar” en la supresión del voto delegado, ya que “la junta no puede aprobar una cosa que ha tumbado su comité”.
Cuerva ha defendido su posición, según estas fuentes consultadas, y las partes no han llegado a una postura intermedia para frenar la escalada en la confrontación de cara a los próximos comicios para liderar Cepyme. Unas elecciones previstas para 2025 que por el momento no tienen fecha, ni candidato alternativo a Cuerva, pero que dado el clima vivido esta semana todo indica que serán de máxima tensión.