Galán agita el riesgo de "apagones" y pide que se analice "en profundidad" la revisión del calendario de cierre; la multinacional gana 5.612 millones, un 17% más, eleva la inversión a un récord de 17.000 millones y sube el dividendo un 15%
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha reclamado este jueves al Gobierno “diálogo” sobre el cierre de las nucleares, que son “absolutamente necesarias”, y ha agitado el riesgo de “apagones”, en una conferencia con analistas para presentar los resultados de 2024, que la multinacional ha cerrado con un nuevo récord de beneficios, séptimo consecutivo, de 5.612 millones de euros, un 17% más.
Preguntado por el cierre nuclear previsto en España a partir de 2027, Galán ha señalado que “en estos últimos años el escenario de la energía ha cambiado mucho” en todo el mundo, entre otras cosas, por la demanda de los centros de datos. “Alemania ahora está intentado reabrir alguna central nuclear, en Bélgica ya lo están haciendo”, y la UE “está dando su visto bueno” a las ayudas a las empresas para mantener abiertos los reactores.
Galán ha pedido ese “diálogo” tras insistir en las últimas semanas la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, en que ninguna empresa ha pedido revisar el calendario de cierre progresivo que se pactó en 2027. El ejecutivo ha señalado que en España la posibilidad de revisar el calendario “tiene que ser analizada en profundidad para ver cuál es el impacto que podría tener un cierre potencial”.
“La flota nuclear de España es segura, eficiente, fiable, y yo lo digo como ingeniero eléctrico. Son absolutamente necesarias para mantener la estabilidad”. Ya se ha visto en otros países “donde se han producido apagones”. Y ha subrayado que es necesaria “para mantener las luces encendidas”. “Mi enfoque está totalmente claro. Y esto es algo que se tiene que hacer con un diálogo totalmente abierto entre todas las partes”. “Estamos listos y preparados para participar en este diálogo”. “Queremos lo mejor para la ciudadanía y para España”.
La primera eléctrica española batió el pasado ejercicio otro récord de inversiones, con 17.000 millones, y destacó a sus filiales en Estados Unidos (Avangrid) y Reino Unido (Scottish Power) como “claves en el incremento de los resultados” de 2024. Ambas regiones concentraron el 70% de la inversión, con 12.000 millones.
Galán se ha mostrado “seguro de que todo funcionará bien” con la nueva Administración de Donald Trump, donde “llevamos mas de 20 años presentes”, con más de 40.000 millones en activos, presencia en 24 estados, como New York o Massachusetts, y más de 10 millones de clientes. Y ha afirmado que el riesgo para las inversiones previstas en renovables es “mínimo”.
El ejecutivo ha recordado que la demanda en EEUU sigue creciendo, “más que nunca”, y también se necesitan inversiones en redes, “que no dependen de las autoridades federales, sino de los Estados”.
En 2024, el resultado bruto de explotación (Ebitda) de la multinacional con sede en Bilbao creció un 17%, hasta 16.848 millones. Excluyendo las plusvalías y los ajustes y eficiencias, el beneficio neto ajustado alcanzó los 5.529,8 millones, un 15,1% más.
Las inversiones orgánicas (sin contar adquisiciones) de Iberdrola crecieron un 5%, hasta 11.946 millones. A esta cifra se suman unos 5.000 millones en las transacciones corporativas de ENW (Reino Unido) y de Avangrid.
El grupo finalizó el pasado ejercicio con 34,1 millones de clientes de electricidad, un 1,1% más, de los que 11,5 millones están en España. La energía distribuida por Iberdrola, que concentra el grueso de su actividad en cinco países (España, Reino Unido, México y Brasil) alcanzó 238.164 GWh (cifra que se acerca al consumo anual de electricidad de España), lo que supone un aumento del 1,9% y un nuevo récord.
El grupo cerró el ejercicio con una capacidad instalada de 56.668 MW, un 9,9% menos, por la venta de su cartera de gas en México. Su capacidad en renovables alcanzó 44.478 MW, un 5,7% más, con la mitad en España (22.582 MW, un 4,6% más).
Según ha explicado Galán a los analistas, “todos los datos confirman” que la electrificación “es imparable”, con un crecimiento del 1,4% en la UE y del 2% en Estados Unidos, impulsada por la climatización, el transporte, la industria, los datos y la inteligencia artificial.
Pero ha subrayado que se necesitan fuentes de energía estables, “limpias y fiables”, y almacenamiento para proporcionar flexibilidad a través de centrales de bombeo o baterías. Galán ha celebrado que la UE haya lanzado un “mensaje fuerte” a favor de la reducción de impuestos a la electricidad.
Con una deuda financiera neta de 52.667 millones, un 9,9% más que en 2023, y un apalancamiento del 45,4%, el coste de la deuda de Iberdrola disminuyó en 2024 en 16 puntos básicos, hasta el 4,81%. El flujo de caja creció un 51%, hasta los 16.769 millones. El grupo cuenta con una liquidez de 20.000 millones, suficientes para cubrir las necesidades financieras de 22 meses.
Con la consolidación de ENW (unos 2.000 millones de deuda), el grupo prevé alcanzar un “pico de deuda” en la primera mitad de este año, pero ha confiado en compensarlo con desinversiones a lo largo del ejercicio para que el endeudamiento se sitúe en el entorno de 55.000-56.000 millones.
Para 2025, la compañía espera un crecimiento de “un dígito medio alto” en el beneficio neto, excluyendo plusvalías por rotación de activos, hasta una horquilla entre 5.600 y 5.800 millones.
Con estos resultados, el consejo de Iberdrola propondrá a la junta general de accionistas una remuneración complementaria de 0,404 euros brutos por acción, a los que hay que sumar el dividendo a cuenta de 0,231 euros brutos por acción abonado en enero.
De esta forma, la empresa repartirá 0,635 euros por acción con cargo a los resultados de 2024, con un aumento del 15%, y alcanza con dos años de antelación su objetivo de retribución al accionista de 2026.