El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, llegó este miércoles a Quito, procedente de Guayaquil, para monitorear en la capital la situación durante las manifestaciones contra la eliminación del subsidio a los combustibles, decretado en el marco de un acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
En la mañana, la ministra de Gobierno, María Paula Romo, indicó que Moreno llegaría a la capital "para supervisar, monitorear las cosas desde la ciudad de Quito", donde creen "que hay un mayor riesgo de tener incidentes hoy día".
Se desconoce el lugar al que se desplazará el jefe de Estado que tiene en el centro histórico la sede del Ejecutivo, y que se encuentra al momento custodiado con vallas, alambres y un fuerte resguardo de las fuerzas del orden.
En el casco histórico ocurren enfrentamientos entre manifestantes de los sindicatos y grupos estudiantiles con las fuerzas del orden, que intentan impedir su llegada al palacio de Carondelet, sede del Ejecutivo.
En Ecuador tiene lugar este miércoles una huelga nacional en contra de la eliminación de los subsidios de los combustibles y en rechazo al anuncio del presidente Lenín Moreno del envío de unas reformas laborales a estudio del Parlamento.
Esas medidas provocaron la ira de los sindicatos que, junto con los indígenas, anunciaron acciones de protestas que hoy se han materializado en una manifestación por el centro norte de Quito, en la que la marcha de los indígenas se ha desarrollado sin contratiempos.
Romo había advertido que en mesas de diálogo con los indígenas -en las que representantes de Naciones Unidas y las universidades actúan como mediadores-, propusieron una ruta específica para la marcha indígena.
Esa ruta "permite diferenciar claramente a aquellos que tienen otra intencionalidad política", señaló.
Le llegada de Moreno a Quito se produjo poco después de que su vicepresidente, Otto Sonnenholzner, dijera desde Guayaquil que están logrando "frenar" la pretensión "de desestabilizar" al Gobierno.
"Gracias al esfuerzo de todos, gracias a lo que hacemos en conjunto con las Fuerzas Armadas, con la Policía Nacional, con los municipios del país estamos logrando frenar esta pretensión de desestabilizar al Gobierno Nacional por parte de grupos políticos organizados y enfocados en hacerle daño a Ecuador", dijo.
El pasado lunes, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, culpó a su antecesor, Rafael Correa, de un intento de desestabilizar la democracia, algo negado por el exgobernante desde Bélgica, donde vive.
Moreno dijo entonces que lo que ha sucedido en el país en los últimos días "no es una manifestación de protesta frente a una decisión del Gobierno" de eliminar los subsidios a los combustibles.
"Hay -dijo- una intención política organizada para desestabilizar el Gobierno y romper el orden constituido y romper el orden democrático", señaló.
Para Moreno, quienes han generado actos de violencia extrema son "individuos externos pagados y organizados" y dijo que no es coincidencia que varios líderes del Gobierno de Correa hayan ido a Venezuela hace algunos días para preparar el supuesto plan de desestabilización.