"Queremos ampliar nuestra comunidad hacia los pueblos abandonados, ofreciendo nuestra plataforma para generar otros destinos", así ha lanzado Frank Smith, el director general de Airbnb para España, la estrategia de la compañía para llegar a la España vaciada en el foro de impacto positivo de las plataformas digitales, organizado por Adigital y Sharing España. Una España que también representa un fuerte negocio para la plataforma de economía colaborativa BlaBlaCar. "Dos de cada tres viajes que se realizan carecen de una conexión directa", declara Alvaro Zamácola, country manager de España y Portugal.
"Estamos comprometidos con las ciudades y autoridades para asegurar la sostenibilidad, y si demasiada gente visita los mismos lugares vamos a matar las urbes", explica Smith.
La multinacional estadounidense está llevando a cabo un proyecto con el municipio catalán de Igualada (Manresa) para conseguir que sean un destino turístico. "Lo primero es que los viajeros sepan que existe este municipio. Para ello, trabajamos a través de nuestra plataforma", comenta Smith. La idea es poner en conocimiento de los turistas de Barcelona que a menos de una hora se encuentra Igualada, que la pueden visitar y que pueden hospedarse allí. A raíz del proyecto, el municipio catalán ya ha abierto una oficina de turismo.
Otro de los proyectos de Airbnb para luchar contra la despoblación se lleva a cabo en el municipio italiano Grottole. "Creamos una competición llamada el sabático italiano. Obtuvimos 280.000 respuestas de las que seleccionamos a cinco personas para ir a vivir tres meses allí, conocer su vida y promocionar el destino. Tras esta iniciativa ha incrementado el número de turistas", asegura Smith.
Un ejemplo del impacto de Airbnb es lo vivido en Rio de Janerio durante los últimos juegos olímpicos: 85.000 visitantes alquilaron un piso desde la plataforma. "Esto supone que no se crearon 257 hoteles nuevos y se utilizó el espacio ya existente", afirma Smith. Esto reportó a los anfitriones de los pisos un montante de 100 millones de euros. "El dinero se quedó en manos locales y no multinacionales", explica.
Viajar a las zonas ruralesPara Zamácola, uno de las principales ventajas de BlaBlaCar es que gracias al algoritmo son capaces de conectar un pueblo recóndito con cualquier destino, ya que se multiplican las opciones de viajes que se cruzan. Pone de ejemplo un viajero que comience su viaje en Zumai, un pueblo costero del País Vasco. "Tiene más de mil combinaciones posibles, hablando con conductores cuyos trayectos se crucen y no les importe recogerle", comenta. Para el directivo, esto es un ejemplo de que la tecnología permite conectar mejor a las poblaciones rurales. "Queremos hablar con las administraciones para colaborar en la resolución del problema", declara.
Recientemente, la compañía ha adquirido una empresa de autobuses y ha lanzado Blablabus. Un modelo de negocio que utiliza los datos de viajes de la plataforma para ver aquellos sitios que más demanda tienen y crear una ruta en estos destinos. "En aquellas zonas que no haya suficiente demanda, se complementará con el modelo original", comenta Zamácola.