El túnel ferroviario de Recoletos, que se cerró al tráfico el pasado 2 de junio, volverá a estar operativo a mediados de noviembre, tras haber concluido "adecuadamente" los trabajos de reforma que han supuesto una inversión de más de 45 millones de euros, ha explicado hoy el responsable de la obra, Abel Rajo.
Según Rajo, gerente de área de infraestructura de centro de Adif, los objetivos de la reforma han sido reducir las incidencias que se producían en este tramo, mejorar la fiabilidad y aumentar el confort y la seguridad de los viajeros del servicio de cercanías de Madrid.
Las actuaciones están enfocadas ahora en las últimas comprobaciones para asegurar el "buen funcionamiento del servicio" y la circulación de trenes comenzará pronto para comprobar que se cumplen los objetivos de fiabilidad, según la fuente.
Este tramo de la red ferroviaria española es el que soporta un mayor número de circulaciones, con 470 trenes y más de 200.000 viajeros al día, según Adif.
Las principales actuaciones han sido la retirada de 35.000 metros cúbicos de balasto que se ha sustituido por vía sobre una placa de hormigón, lo que mejorará la estabilidad de la vía y el confort del usuario, ha detallado Rajo.
Otro objetivo cumplido ha sido la sustitución de 15.000 metros de catenaria flexible por una rígida para "mejorar el mantenimiento de la estructura y con ello, reducir las incidencias del tramo", ha explicado.
El túnel de Recoletos, de más de 7 kilómetros de longitud, comunica las estaciones de Atocha y Chamartín a través de las estaciones de Recoletos y Nuevos Ministerios.
Rajo ha mostrado su "satisfacción" por el trabajo en el que han intervenido entre 80 y 90 empresas y unos 1.000 trabajadores durante estos cinco meses.
El dispositivo alternativo de movilidad actual consiste en que los trenes del Pasillo Verde (C-1, C-7 y C-10) tienen como cabeceras de línea tanto Atocha como Chamartín, sin pasar por Recoletos.