Los trabajadores de un mínimo de unidades de la petrolera brasileña Petrobras iniciaron este sábado una huelga para presionar por mejoras salariales pese a que la central que agrupa a los sindicatos de la mayor empresa de Brasil recomendó seguir las negociaciones y aplazar la paralización.
Los trabajadores que tenían que asumir los turnos a primera hora de este sábado en la Refinería Gabriel Passos (Regap) y en la Termoelétrica Aureliano Chaves, ambas en el estado de Minas Gerais, se negaron a entrar en las plantas y adhirieron a la paralización, informaron a Efe fuentes sindicales.
El sindicato que representa a los trabajadores de Petrobras en el estado de Minas Gerais fue el único que rechazó la recomendación hecha en la noche del viernes por la Federación Única de los Trabajadores (FUP), central que reúne a los sindicatos de la estatal, de aplazar la huelga mientras discuten una nueva propuesta de acuerdo con la dirección de la compañía.
"Fuimos informados de la nueva propuesta de acuerdo que será negociada y de la recomendación de la FUP de esperar pero, como no alcanzamos a discutir eso con las bases en asambleas, optamos por iniciar una huelga que ya había sido anunciada", dijo a Efe el director de comunicación del Sindicato dos Petroleros de Minas Gerais (Sindpetro), Felipe Pinheiro.
El dirigente sindical agregó que la decisión de no entrar a las plantas será evaluada nuevamente con los trabajadores que tendrán que asumir los turnos de la tarde y de la noche en ambas unidades tanto el sábado como el domingo, y que tan sólo el lunes será realizada una asamblea para tomar una decisión definitiva.
Agregó que en las dos unidades de Petrobras en Minas Gerais, el segundo estado más poblado de Brasil, la adhesión a la huelga al menos en el sector operacional es de cerca del 90 %.
"Recibimos informaciones de que la huelga también fue iniciada en las refinerías de Cubatao y Sao José dos Campos", agregó Pinheiro.
Se trata de un mínimo de unidades para una empresa que cuenta con once refinerías y, principalmente, con decenas de plataformas marítimas y campos de producción en todo el país, que están operando normalmente.
El descontento de los empleados de Petrobras con las nuevas directrices de la compañía es mayor en las refinerías debido a que la empresa tiene planes de privatizar al menos ocho, entre las cuales la Regap, que está en primer lugar en la lista.
La gran mayoría de los empleados de la petrolera decidió atender la recomendación de la FUP de suspender provisionalmente la huelga que había sido convocada por tiempo indeterminado a partir de la madrugada de este sábado.
La central dijo que desea reiniciar las negociaciones con la dirección de la empresa luego de que el Tribunal Superior de Trabajo (TST), que actúa como mediador, aprobara cuatro de las seis sugestiones hechas por los sindicalistas para mejorar el acuerdo que está en la mesa.
Las negociaciones no han avanzado debido a que Petrobras, alegando las dificultades de la empresa y del país, tan sólo propone un reajuste salarial correspondiente al 70 % de la inflación en el último año y exige la eliminación de varios beneficios que tenían los empleados de la petrolera y que son considerados privilegios.
La dirección de la compañía garantizó el viernes, antes de que la central sindical decidiera aplazar la huelga, que está preparada para neutralizar el impacto de la huelga en su producción.
"Seguimos trabajando para que eso no ocurra, pero, en caso de que ocurra, estamos preparados, con un plan de contingencia, para mantener la producción en sus mayores niveles y evitar el impacto de la paralización en la producción", afirmó el director de Asuntos Corporativos de la estatal, Eberaldo Neto, en una rueda de prensa.
En años anteriores en que los sindicatos de Petrobras promovieron paralizaciones para presionar por mejoras salariales, la empresa consiguió mantener su producción en elevados niveles gracias al uso de equipos de contingencia enviados a sus principales plataformas marítimas de producción.