La ambientalista Marina Silva afirmó este sábado que el Gobierno del presidente brasileño Jair Bolsonaro es "incompetente y arrogante" frente a la crisis ambiental provocada por un derrame de petróleo en altamar y que se extiende por más de 200 playas del litoral noreste del país.

"No pidió ayuda internacional y además de incompetente es arrogante. Es de eso que se trata. Es la falta de acción, falta de compromiso, incompetencia y arrogancia", declaró la exministra de Medio Ambiente durante una marcha en Recife promovida por pescadores afectados, la oenegé Greenpeace y otros movimientos ecologistas.

La exsenadora, en su primer pronunciamiento público frente al daño ambiental, levantó su voz contra los "cortes del presupuesto en el ministerio y el debilitamientos de organismos", como el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y los Recursos Naturales Renovables (Ibama, regulador).

Para la ecologista, que visitó este sábado playas del estado de Pernambuco, del que Recife es capital y a las que han llegado manchas de crudo, el poder Ejecutivo "no sabe y no quiere actuar frente a los incendios (que se propagaron recientemente por la selva amazónica) ni ante el derrame".

"El Gobierno le dio la espalda a la Amazonía y al Nordeste, parece deliberado", aseveró la reconocida ambientalista.

La excandidata presidencial exigió al Gobierno un "protocolo" para orientar al equipo que está limpiando las playas y podría contaminarse y reiteró que después de los incendios y con este nueve desastre ambiental, su partido, Red de Sustentabilidad (Rede), pide la renuncia del ministro de Medio Ambiente, Ricardo Salles.

Igualmente se defendió de las acusaciones del diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, y quien en mensajes por las redes sociales la criticó por su "ausencia" en esta crisis ambiental y respondió que ella, a pesar de no tener "mandato", está actuando y el Gobierno con todos sus ministerios no ha reaccionó como debería.

ORIGEN VENEZOLANO

La petrolera estatal Petrobras confirmó el viernes que de acuerdo con un análisis de laboratorio realizado a treinta muestras colectadas en todo el litoral se determinó que el crudo fue extraído de tres campos petrolíferos venezolanos, aunque sigue son conocerse el punto exacto y las causas del vaciamiento.

El miércoles, por decisión de Bolsonaro, Brasil pidió formalmente a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que Venezuela se manifieste sobre el derrame, aunque ya la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) había rechazado la hipótesis, en lo que consideró como "acusaciones infundadas" de su gigante vecino.

MÁS DE 200 PLAYAS AFECTADAS

Según el último balance oficial, desde el 2 de septiembre el petróleo derramado en altamar ha llegado a 238 playas de 88 municipios de todos los nueve estados del nordeste brasileño, incluidas varias de las más turísticas y paradisíacas.

El viernes, el Gobierno anunció una línea de crédito especial por valor de 200 millones de reales (unos cincuenta millones de dólares) para pequeños empresarios del sector turístico que se han visto afectados.

Hasta el momento se han recogido y descartado más de 2.300 toneladas del crudo solo en los estados de Pernambuco, Alagoas y Bahía, y decenas de animales fueron encontrados con vestigios del crudo, de los cuales casi una veintena han muerto, principalmente tortugas marinas.

El Gobierno concentró desde esta semana sus acciones desde Recife y Salvador, principales capitales de la región, y 5.000 efectivos del Ejército se sumaron desde el martes a los fiscales, policías, bomberos, Defensa Civil y voluntarios locales que ya actuaban contra las manchas en los 2.000 kilómetros de costa.

El Ministerio de Salud advirtió, por su parte, sobre los riesgos de los voluntarios al entrar en contacto con la substancia viscosa, después de que 150 personas tuvieron que ser atendidas al parecer con indicios de intoxicación por el fuerte olor del petróleo concentrado.

En Bahía, estado que junto a Sergipe se declaró en "situación de emergencia", se realizan estudios para comprobar si existe riesgo para el ser humano por el consumo de peces y mariscos de las zonas contaminadas. Bolsonaro liberó el seguro previsto para los pescadores en ese tipo de calamidades.