Las demandas en Estados Unidos por el efecto cancerígeno de su herbicida con glifosato se están convirtiendo en un dolor de cabeza insoportable para Bayer. La multinacional alemana ha anunciado este miércoles que "hasta el 11 de octubre de 2019, se habían notificado las demandas de aproximadamente 42.700 demandantes en los Estados Unidos en relación con el glifosato". Pese a que Bayer está perdiendo la mayoría de los casos que tiene en los tribunales de Estados Unidos, la compañía apunta a que este "aumento significativo está claramente impulsado por el gasto en publicidad televisiva del lado demandante que se estima que se duplicó aproximadamente en el tercer trimestre en comparación con todo el primer semestre del año", según recoge en el informe de resultados del tercer trimestre de 2019.
La realidad es que desde los meses de verano, cuando había 18.400 reclamaciones contabilizadas, los demandantes por la utilización del herbicida Roundup han crecido un 232%. La compañía se defiende con el argumento de que "el número de demandas no dice nada sobre sus fundamentos", y añade que "continúa creyendo que tiene defensas meritorias y tiene la intención de defenderse vigorosamente en los procedimientos de apelación contra las tres sentencias de primera instancia y en todos los procedimientos futuros". Roundup es un producto de Monsanto, empresa que compró Bayer en junio de 2018 por 63.000 millones de dólares (56.676 millones de euros).
En sus demandas, los agricultores alegan daños y lesiones provocadas por la exposición al herbicida Roundup, que les ha causado enfermedades cancerígenas tan graves como el linfoma no Hodgkin (NHL) y mieloma múltiple. En marzo de 2019, en la primera resolución de un litigio múltiple, Bayer fue condenado a pagar 20 millones de dólares mientras que en mayo de 2019, en el tercer juicio en este litigio, un jurado de un tribunal estatal de California sentenció culpable a la multinacional alemana, que tras conseguir una rebaja, tuvo que indemnizar a un matrimonio de agricultores con 86,7 millones de dólares.
Bayer ha anunciado que seguirá apelando estas decisiones judiciales. La junta de supervisión del grupo químico-farmacéutico ya anunció la creación de un comité extraordinario que tendrá por objetivo revisar la estrategia judicial de defensa de ante las miles de demandas por el glifosato. La compañía reconoció entonces en un comunicado que las demandas a las que tiene que hacer frente, heredadas de Monsanto tras su adquisición, han tenido un "efecto negativo" y ha sumado "incertidumbre" a la cotización de sus títulos.
El futuro no es alentador. La compañía señala que "tres juicios programados originalmente para 2019 han sido pospuestos" y que los próximos juicios comenzarán en enero de 2020 en tribunales estatales de California y de Missouri. Además, las denuncias se van internacionalizando. El pasado 11 de octubre se presentaron nueve denuncias en Canadá por los efectos cancerígenos de Roundup.
A pesar de las demandas, y que la compañía anunció que invertiría 5.000 millones de euros en el desarrollo de herbicidas alternativos que no estén basados en glifosato, las ventas de Roundup siguen siendo fundamentales para la compañía. Los herbicidas alcanzaron ventas por 3.839 millones de euros en los nueve primeros meses del año, donde Bayer destaca que "un importante volumen de ventas de Roundup en Latinoamérica".
Beneficio de 2.677 millones de eurosBayer obtuvo un beneficio neto atribuible de 2.677 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que representa un retroceso del 52,3% respecto de su resultado correspondiente al mismo periodo de 2018, según informa Europa Press.
Las ventas de Bayer entre enero y septiembre alcanzaron los 32.795 millones de euros, un 24,3% más que un año antes, mientras que el Ebit de la alemana se redujo un 50,5%, hasta 3.793 millones de euros.
En concreto, las ventas de la germana en Europa, Oriente Próximo y África (EMEA) subieron un 6,8%, hasta 10.214 millones, y un 11,5% en Asia Pacífico, hasta 6.459 millones, mientras que en Norteamérica aumentaron un 52,2%, hasta 11.695 millones, y un 32,1% en Latinoamérica, hasta 4.427 millones.
En el tercer trimestre, Bayer obtuvo un beneficio neto atribuible de 1.036 millones de euros, lo que representa un descenso del 63,9% en comparación con el mismo periodo de 2018, mientras que las ventas de la compañía aumentaron un 6,1%, hasta 9.830 millones de euros y el Ebit disminuyó un 71,9%, hasta 1.215 millones.
"El negocio se desarrolló bien en todas las divisiones", declaró Werner Baumann, presidente del consejo de Bayer, destacando los progresos realizados por la compañía desde un punto de vista estratégico, especialmente con las medidas de eficiencia, estructurales y de cartera anunciadas a finales de 2018.
Bayer ha confirmado sus perspectivas para el conjunto del ejercicio 2019. De este modo, la compañía anticipa unas ventas de unos 43.500 millones de euros, lo que supone un aumento anual del 4% en datos ajustados.