La consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, confía en que de las próximas elecciones salga un Gobierno estable que tome las medidas oportunas para afrontar la desaceleración y que, en su opinión, se resumen en ser "frugales" con el gasto público y "generosos" con la reducción de impuestos.
La máxima ejecutiva de la entidad ha advertido de que España debe reducir sus niveles de deuda pública, cercanos al 100 % del PIB, y de desempleo, porque no entiende que un país con estas capacidades tenga estas tasas tan altas.
También ha pedido en la rueda de prensa de resultados reformar el sistema de pensiones y la educación para evitar que se enseñen unas cosas u otras en función de la autonomía en la que uno viva.
Dancausa ha insistido en que la desaceleración económica afecta no sólo a España sino al resto de la Eurozona, aunque ha explicado que "no se ha trasladado aún a la economía real", pues en el caso de Bankinter se mantiene la demanda de crédito y también de hipotecas, negocio que la entidad sigue considerando rentable.
Aún así, hay algunos indicios, como que a la entidad les está costando más recobrar algunos impagados, "aunque no es alarmante".
Ni siquiera en Cataluña, donde a pesar de los disturbios de los últimos días, Bankinter asegura que no ha notado una caída del negocio en esta región, que aporta el 12 % al banco, con 6.000 millones de euros en inversión y 4.000 millones en depósitos.
Al igual que Bankia y Santander, Bankinter no se plantea cobrar a los clientes particulares por sus depósitos, ni siquiera en el segmento de banca privada, y deja este extremo para las grandes corporaciones, a las que traslada el coste desde hace tiempo.
Bankinter asegura que siempre ha destacado en el negocio hipotecario, pero trimestre a trimestre sigue aumentando sus provisiones para hacer frente a posibles reclamaciones judiciales por las hipotecas multidivisas vendidas en 2008 y 2009.
Según Dancausa, el banco está siguiendo un criterio de máxima prudencia y por eso hace esas dotaciones, ya que los litigios siguen, pero insiste en que Bankinter tiene la razón y en algún momento los tribunales se darán cuenta de ello.
"Hay casos flagrantes en los que los clientes nos estaban tomando el pelo", ha sentenciado en alusión a quienes firmaron hipotecas ligadas a divisas, como el franco suizo o el yen, para evitar posibles vaivenes del euro, y que ahora reclaman con el argumento de que desconocían cómo funcionaban.