El Banco Central brasileño redujo este miércoles la tasa básica de intereses del país en 0,5 puntos porcentuales, desde el 5,5 % hasta el 5,0 % anual, su menor nivel histórico, en un intento por impulsar una economía que crece a ritmo muy lento desde la severa recesión que sufrió Brasil en 2015 y 2016.
La reducción de la llamada tasa Selic, la referencia nacional del costo de dinero, fue aprobada por decisión unánime de los miembros del Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central tras dos días de discusiones, y ya era esperada por el mercado financiero.
La nueva tasa es la menor desde que la Selic fue creada como referencia en 1986 y se ubica casi en la tercera parte del 14,25 % en que llegó a estar a mediados de 2016, cuando la economía brasileña estaba en plena recesión.
Esta es la tercera vez consecutiva que la autoridad monetaria reduce los tipos desde que el ultraderechista Jair Bolsonaro asumió la Presidencia de Brasil, el 1 de enero pasado, y puso en marcha una política económica de tinte totalmente liberal.
El Gobierno espera que la reducción gradual de los intereses reduzca el costo del crédito para los empresarios y para los consumidores, y que, por lo mismo, incentive tanto la inversión como el consumo, el mayor motor de la economía de Brasil.
Como el Copom tendrá otra reunión antes de finalizar el año, los economistas del mercado esperan una nueva reducción de la Selic y que Brasil comience 2020 con una tasa de referencia de intereses del 4,5 % anual, porcentaje equivalente a la meta de inflación para el año.
La reducción de la tasa de referencia presiona una disminución de las tasas cobradas por los bancos por sus créditos y este mismo miércoles la estatal Caixa Económica Federal, principal fuente de préstamos para la compra de vivienda, anunció la reducción al 6,75 % anual de los intereses de una de sus principales líneas de financiación inmobiliaria.
En sus últimas reuniones el Banco Central explicó que decidió mantener la reducción gradual de los intereses en Brasil gracias a que la inflación está totalmente bajo control y este año puede ubicarse por debajo del 4,0 %.
"El Comité considera que los diversos indicadores de inflación están en niveles cómodos, inclusive los componente más sensibles al ciclo económico y a la política monetaria", explicó el Banco Central en el comunicado que divulgó este miércoles y en que aclaró que la proyección del mercado es que el índice de precios se ubique en el 3,3 % en 2019, en el 3,6 % en 2020 y en el 3,75 % en 2021.
El emisor también justificó su decisión de reducir el costo del dinero ante la necesidad de impulsar una economía que se recupera lentamente pese a que las reformas impulsadas por el Ejecutivo permiten prever un ciclo de crecimiento económico.
"Los indicadores de la actividad económica divulgados desde la última reunión del Copom refuerzan la continuidad del proceso de recuperación de la economía brasileña. Pero el Copom prevé que esa recuperación ocurrirá en ritmo gradual", agrega el comunicado.
Además de la reforma a las jubilaciones, aprobada por el Congreso y que es considerada esencial para reducir el abultado déficit fiscal del país, Bolsonaro puso en marcha un ambicioso programa de privatizaciones y concesiones y presentará en los próximos días al Congreso un proyecto de reforma tributaria y otro de reforma administrativa para reducir el tamaño del Estado.
"El Copom considera que el proceso de reformas y ajustes necesarios en la economía han avanzado, pero enfatiza que perseverar en ese proceso es esencial para permitir la consolidación de la caída de los intereses y para la recuperación sustentable de la economía", afirmó el emisor en su comunicado de este miércoles.
Si bien en el segundo trimestre del año la economía de Brasil creció un 0,4 % y evitó una recesión técnica, el resultado todavía muestra la lenta recuperación del gigante sudamericano tras la histórica recesión que sufrió en 2015 y 2016, cuando el PIB se retrajo cerca de siete puntos porcentuales.
El PIB brasileño creció un 1,1 % en 2017 y el mismo porcentaje en 2018, mientras que para este año los expertos del mercado financiero prevén un avance de cerca del 0,90 %, es decir con una desaceleración con respecto a los dos últimos años.