CaixaBank ganó 1.266 millones de euros hasta septiembre, un 28,4 % menos que en el mismo periodo del año anterior, debido al coste del ERE pactado con los sindicatos para reducir la plantilla en 2.023 empleados, que supone un gasto de 978 millones para la entidad.
El banco ha comunicado a la CNMV, el supervisor bursátil, que excluyendo este gasto, que permite un ahorro de 200 millones al año (32 millones ya en este tercer trimestre), el beneficio se habría elevado un 10,4 %, hasta los 1.951 millones.
El margen de intereses, que refleja la evolución del negocio típicamente bancario, creció un 1,3 % hasta septiembre y alcanzó los 3.720 millones de euros, impactado principalmente por el incremento del volumen del crédito y los menores costes de financiación retail e institucional, argumenta la entidad.
En cuanto al margen bruto, que mide la relación entre ingresos y costes financieros, se situó en los 6.610 millones de euros, un 4,2 % menos, afectado por la menor aportación de resultado de entidades valoradas por el método de la participación (-52,6 %), como consecuencia de la no atribución de los resultados de Repsol y de Banco de Fomento de Angola (BFA).
Sin considerar esta aportación en ambos ejercicios, el margen bruto habría crecido un 1,2 %, subraya el banco, que también resalta que sin el gasto extraordinario del ERE, esos 978 millones (685 millones en términos netos), la rentabilidad financiera -ROTE, en la terminología bancaria- se habría situado en el 10,1 % a 30 de septiembre.
En cuanto a los ingresos por comisiones, supusieron 1.904 millones de euros, un 1,7 % menos que en el mismo período de 2018.
CaixaBank resalta que los ingresos "core", es decir, los derivados de la actividad principal del banco, ya representan el 94 % del total, y que en este trimestre lograron su nivel más alto en la historia de CaixaBank por la buena evolución de la actividad comercial.
En concreto, alcanzaron los 6.201 millones en el año y crecieron un 2,9 % respecto al trimestre anterior, asegura el banco, que también apunta que los gastos recurrentes descendieron un 1,3 % en el trimestre por el efecto del ERE.
El negocio bancario y de seguros aportó 787 millones del beneficio logrado hasta septiembre, mientras que el negocio de participaciones contribuyó con 307 millones.
Por otra parte, CaixaBank asegura que de enero a septiembre el volumen de negocio creció un 4,4 % en comparación al mismo período de 2018, hasta los 609.012 millones, gracias al impulso comercial y a la mejora de la vinculación de los clientes.
En concreto, los recursos de clientes ascendieron a 381.136 millones de euros (+6,3 %), mientras que el patrimonio gestionado en fondos de inversión, carteras y sicavs se situó en 67.133 millones de euros (+4,0 %), y los planes de pensiones alcanzaron los 32.544 millones de euros (+10,7 %).
En cuanto al crédito bruto a la clientela, se situó en 227.876 millones de euros (+1,4 %), en tanto que la ratio de morosidad se redujo hasta el 4,1 % (-61 puntos básicos en 2019).
Por otra parte, CaixaBank ha acelerado la transformación de su red de oficinas y ya cuenta con 416 oficinas "Store" de las 600 que se propuso tener en junio de 2020.
En cuanto a los ratios de capital, la "Common Equity Tier 1" (CET1) sube hasta el 11,7 %, 15 puntos básicos más respecto a la registrada al cierre de 2018.
El banco cuenta actualmente con 4.733 oficinas, 370 menos que a cierre de 2018, y la plantilla es de 35.669 empleados, unos 1.771 menos que a finales del año pasado, por el efecto del ERE pactado con los sindicatos.