El Banco de Japón (BoJ) decidió este jueves mantener intacta su política monetaria y mantener las distancias con los bancos centrales estadounidense y europeo, pero recortó sus previsiones de crecimiento e inflación para los próximos años.
La entidad espera "que las tasas de interés a corto y largo plazo se mantengan en sus niveles actuales o más bajos" y considera que el impulso para alcanzar su meta de estabilidad de precios no está perdida, aunque considera necesario "prestar atención a esa posibilidad", y no descartó medidas adicionales en el futuro.
Así, al término de su reunión mensual sobre política monetaria de dos días optó por mantener la tasa de interés de referencia a corto plazo del -0,1 % que aplica desde 2016 para los depósitos de las instituciones financieras, con el fin de fomentar el gasto y las inversiones y lograr una progresiva recuperación económica.
También decidió seguir adelante con su programa de compra masiva de activos estatales para que el rendimiento de los que tienen a largo plazo de 10 años se mantenga en torno al 0 %.
"El banco examinará los riesgos considerados más relevantes para llevar a cabo su política monetaria y ejecutar los ajustes de forma apropiada" para lograr su objetivo de situar la inflación en el 2 %, señaló en su informe.
El banco central japonés también publicó est jueves sus previsiones económicas trimestrales para los próximos años, que decidió rebajar.
El BoJ recortó hasta el 0,7 % su pronóstico de inflación para 2019 (desde el 1 % anteriormente estimado) y también rebajó su previsión para 2020 y 2021: del 1,3 % al 1,1 %, y del 1,6 % al 1,5 %, respectivamente, lo que algunos analistas consideran una señal de que la entidad ya está elaborando nuevas medidas de flexibilización.
La entidad también rebajó su previsión de crecimiento económico para los próximos años. Estima que el producto interior bruto (PIB) de Japón crecerá a un ritmo anual del 0,6 % en 2019, una décima por debajo de su pronóstico de julio, mientras que para 2020 recortó su previsión dos décimas hasta el 0,9 % y para 2021 una hasta el 1 %.
La decisión del BoJ, que tardó en publicarse más de lo habitual, llega horas después de que la Reserva Federal estadounidense (Fed) recortara los tipos de interés por tercera vez consecutiva, en un momento de temor a una desaceleración global por el conflicto comercial de Estados Unidos y China, que Japón vigila de cerca.