Christine Lagarde comienza hoy a presidir el Banco Central Europeo (BCE), en sustitución de Mario Draghi, pero antes de iniciar su mandato de ocho años ya ha pedido a Alemania y a otros países como Holanda que inviertan más para apoyar el crecimiento económico.
Pocos días antes de comenzar a presidir el BCE en Fráncfort, Lagarde decía en una entrevista con la emisora de radio francesa RTL que Alemania y otros países como Holanda con superávit presupuestarios "no han realizado los esfuerzos necesarios" para impulsar su débil crecimiento.
Lagarde, la primera mujer en ocupar este cargo en el BCE, llega en un momento en que la economía de la zona del euro se debilita, en el que su locomotora, Alemania, podría entrar en recesión técnica y después estancarse, y en el que se mantiene la incertidumbre por el "brexit" y por el conflicto comercial entre EEUU y China, que ya ha debilitado el crecimiento mundial.
Está totalmente de acuerdo con que el BCE facilite una transición hacia la política fiscal, teniendo en cuenta que la política de tipos de interés bajos ha llegado a sus límites, considera el gestor de fondos PIMCO.
Lagarde dice ahora que los países que tengan un superávit presupuestario deberían invertir en infraestructura, en educación e innovación.
Incluso, llega a decir "que los países con margen de maniobra crónico en el presupuesto como Holanda y Alemania no han hecho mucho para incrementar su crecimiento".
El director de investigación macroeconómica de UniCredit, Marco Valli, comenta que "Lagarde va a heredar una política monetaria que va a estar en piloto automático".
"Esto le facilitará centrar sus esfuerzos iniciales en restaurar la unidad dentro del Consejo de Gobierno y, al mismo tiempo, en preservar la capacidad del banco central de actuar rápidamente y con valentía", añade Valli.
Sobre este asunto también se ha pronunciado Lagarde en una entrevista al semanario "Der Spiegel", en la que dijo que quiere conocer las voces críticas con la política de bajos tipos de interés e, incluso, aprender alemán.
La hasta ahora directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que va a revisar profundamente todas las medidas que el BCE ha aprobado recientemente.
"Analizaremos objetivamente los beneficios y los riesgos de las diferentes opciones. Mario Draghi tenía su estilo, yo tendré el mío", afirmó Lagarde en la entrevista con el semanario alemán.
Durante la presidencia de Draghi se han recrudecido las disputas dentro del BCE, según se ha hecho público los últimos meses, y Lagarde ha asegurado que su intención es superar la profunda división que hay entre los banqueros centrales.
Aunque en la ceremonia de despedida de Draghi dejó claro que la creación de 11 millones de empleos tras la crisis de endeudamiento soberano en la zona del euro es mucho más importante que lograr la estabilidad de precios con un objetivo de inflación definido como una tasa algo cercana al 2 %.
Lagarde, que fue ministra de Finanzas de Francia, también continúa con el llamamiento que ha hecho ya Draghi a los líderes políticos para que la zona euro tenga suficiente capacidad de gasto -bien sea mediante la dotación de recursos presupuestarios o de un sistema de seguro- para hacer frente a una situación de desaceleración económica.
Y lamenta que no exista un presupuesto común en la zona del euro, aunque se están dando los primeros pasos para crearlo.
En Alemania continúa la oposición a las compras de deuda, como ocurrió durante la presidencia de Draghi, y esta semana se ha presentado una nueva demanda en el Constitucional contra los estímulos monetarios, para evitar que el Bundesbank tenga que adquirir más bonos, pero el Tribunal la ha rechazado.
A partir de hoy el Eurosistema va a volver a comprar deuda pública y privada de la zona del euro, sobre todo bonos soberanos, a un ritmo de 20.000 millones de euros mensuales.
Arantxa Iñiguez