El cineasta donostiarra Aritz Moreno asegura que "el instinto" fue la clave para mantener el equilibrio en "Ventajas de viajar en tren", su inclasificable ópera primera, que este sábado acudieron a visionar en Tokio cerca de 400 espectadores.
Ante una sala llena del cine Ex Theatre de Roppongi, que acoge estos días el Festival Internacional de Cine de Tokio (TIFF), Moreno (San Sebastián, 1980) relató cómo cuando su socia, la productora Leire Apellaniz, le descubrió la novela homónima original hace cinco años, vio su potencial para convertirse en "una película muy especial", que ha llegado hasta la competición del festival nipón.
"Era una mezcla de muchos géneros y con el humor que me gustaba. Era como muchas películas en una", explicó el director durante una sesión de preguntas con una audiencia entregada, que se atrevió a clasificar a la inclasificable cinta como "película desastre".
Moreno, que se arrancó a hablar en japonés para deleite y sorpresa del público local, se mostró encantado con la categorización y afirmó que la novela es así y así quiso plasmarla.
"Me gusta tanto que quise mantener la estructura original del libro. De hecho, creí que ésta podría ser incluso mejor en película, porque ves las caras de los personajes, los "flashbacks", y después vuelves a la realidad. (...) Es una película que es consciente de que es una película y así se lo deja ver al público", señaló.
El autor de la novela original, Antonio Orejudo (Madrid, 1963), que acompañó en esta gesta japonesa al director donostiarra, dijo, por su parte, que nunca imaginó que alguien intentara adaptar esta "novela loca" al cine, pero que está contento con el resultado.
"Cuando escribo nunca pienso en imágenes (caras, lugares), pienso en términos de sintaxis, estructura literaria. (...) Pero cuando vi la película por primera vez tuve la sensación de que las situaciones, los personajes, incluso las localizaciones eran como las habría imaginado", fue "divertido" y "muy raro", dijo Orejudo.
El escritor está encantado con el trabajo del guionista Javier Gullón, del que dice que, pese a haberse dejado fuera muchas cosas de la obra original (por las limitaciones cinematográficas), ha logrado captar a la perfección el mensaje y ambiente de su obra, renunciando, además, a su ego, algo "muy difícil de encontrar".
"En vez de cambiarlo todo o poner sus propios diálogos, cuando él (Gullón) ha considerado que los diálogos originales funcionaban, los ha dejado. Para eso es necesario no sólo talento, sino ausencia de ego", dijo a Efe Orejudo durante una sesión de autógrafos posterior, a la que acudieron alrededor de un centenar de personas.
Uno de los aspectos de "Ventajas de viajar en tren" que más llamó la atención del público japonés fue el musical.
La película cuenta con una serie de piezas con sonidos muy nipones, como el koto o la canción de los créditos, que está en japonés, una elección producto de la pasión por Japón de Moreno y el compositor para la película, el chileno Cristóbal Tapia de Veer.
Moreno quería que Tapia de Veer (responsable de bandas musicales como la de la serie británica "Utopía", "un gran referente para la película desde el principio") hiciera la música para el filme.
"Me llevó tres años convencerlo para que trabajara en el proyecto", contó el cineasta. Como anécdota relató que el compositor compuso unas 40 piezas sólo con leer el guión, pistas que descartó por completo cuando visionó el primer tramo del filme al acudir a San Sebastián para trabajar sobre el terreno durante un mes.