En su segunda edición, China buscará este año consolidar la Expo Internacional de Importaciones de China (CIIE) como la gran cita del comercio internacional, un evento que arranca este martes en Shanghái y en el que 3.000 empresas de 150 países buscarán llegar al competitivo mercado chino.
El presidente chino, Xi Jinping, será el encargado de inaugurar el evento con un discurso en el que se espera que haga referencia a la actual coyuntura económica mundial, marcada por la guerra comercial con Estados Unidos, que ahora vive una etapa de tregua en espera del acuerdo definitivo que ponga fin al conflicto.
Con la CIIE, el eterno exportador de bienes al mundo quiere venderse al exterior como comprador de productos para equilibrar la balanza comercial, deficitaria para la mayoría de países (China vende más de lo que compra).
De hecho, una de las principales exigencias del Gobierno de Donald Trump es que el gigante asiático compre más productos a Estados Unidos, especialmente agroalimentarios.
Según datos oficiales, las importaciones de China han estado creciendo a una tasa promedio del 8,25 % anual de 2016 a 2018 y se espera que superen los 2 billones de dólares estadounidenses en 2019.
Se estima que el total de las importaciones de productos y servicios en los próximos 15 años superará los 30 billones y 10 billones de dólares estadounidenses, respectivamente.
Desde mañana y hasta el próximo domingo más de 3.000 compañías de 150 países y regiones expondrán sus productos en un espacio de 360.000 metros cuadrados, 60.000 más que el año pasado.
Sin embargo, pese a que China busca que esta feria tenga repercusión mundial, atraiga a mandatarios y políticos y se consolide como el gran evento comercial del año, en esta edición son pocos los líderes que participarán en la misma, frente a los numerosos que acudieron el año pasado.
Solo asistirán a la inauguración líderes de cuatro países, el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis; el primer ministro jamaicano, Andrew Holness; el primer ministro serbio Ana Brnabic y el presidente francés, Emmanuel Macron, quien participará como parte de una visita oficial.
En su segundo viaje oficial al país asiático, el mandatario francés viaja acompañado de una delegación empresarial de grandes grupos, como los consorcios aeronáuticos Airbus o Safran, pero también de firmas pequeñas y medianas.
Francia es uno de los países invitados de honor este año de entre una lista formada por quince en total: Camboya, la República Checa, Grecia, India, Italia, Jamaica, Jordania, Kazajistán, Malasia, Perú, Rusia, Tailandia, Uzbekistán y Zambia.
Además de los mandatarios mencionados, asistirán numerosos ministros y representantes de las organizaciones de comercio de cada país, así como miembros de organizaciones internacionales como la ONU y empresarios que participarán en los distintos paneles que se han organizado en torno a la feria.
Entre hoy y el próximo domingo Shanghái, considerada la capital económica del país, extremará sus medidas de seguridad hasta el punto de que el calendario laboral y escolar se ha modificado, por lo que hoy y mañana colegios y numerosas empresas y fábricas cerrarán para bajar los índices de contaminación y el tráfico.
En mayo de 2017, Xi anunció por primera vez la creación de este evento en el marco de un foro sobre su plan de las Nuevas Rutas de la Seda, y desde entonces han sido frecuentes las referencias al mismo en distintos actos públicos.
Ante la llegada de la feria, el Gobierno ha hecho un recuento sobre las medidas que ha tomado para abrir su mercado al mundo desde la primera CIIE, acciones enfocadas en tres aspectos: la ampliación del acceso de empresas extranjeras a China, el aumento de las importaciones de productos y servicios y la mejora del entorno empresarial.
Así, apunta el Ejecutivo en notas publicadas por la prensa oficial estos días que se ha recortado la lista de sectores y negocios vetados para los extranjeros de 48 a 40.
Además, durante este año se establecieron seis nuevas Zonas de Libre Comercio (FTZ) piloto ubicadas en Shandong, Jiangsu, Guangxi, Hebei, Yunnan y Heilongjiang, lo que eleva a 18 el número total del país.
Según informó tras el fin de la feria del año pasado la prensa oficial china, el evento concluyó con acuerdos por valor de 57.830 millones de dólares (51.000 millones de euros).
Sin embargo, es muy difícil saber el dato real ya que son cifras privadas entre empresas, algunos de los acuerdos podrían no haber salido adelante y otros haberse concretado en días posteriores.