La mayor petrolera de EE.UU., Exxon Mobil, espera el veredicto del juez en un polémico juicio que cerró este jueves en Nueva York, en el que la Fiscalía acusó a la compañía de "engañar" sobre los costes del cambio climático, mientras que la defensa negó este extremo y criticó el daño sufrido por sus empleados.
"La cuestión de este caso es si las informaciones de Exxon fueron correctas, y las pruebas muestran que no", alegó durante los argumentos finales en la Corte Suprema el abogado Jonathan Zweig, representante del estado, quien dijo que la firma proyectó "costes más bajos" de cara al público, de acuerdo a medios locales.
La Fiscalía alega que Exxon Mobil mostraba de manera diferente, dependiendo de si se trataba de comunicaciones públicas o internas, sus estimaciones del coste de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, y que la alta dirección lo autorizaba.
La semana pasada testificó el exsecretario de Estado de EE.UU. y exconsejero delegado de la firma Rex Tillerson, que, en línea con la defensa, negó un engaño y explicó que esas estimaciones de costes relacionadas con las regulaciones ambientales eran correctas, tenían diferentes usos y su objetivo era aportar una mejor valoración.
El letrado defensor de Exxon, Ted Wells, este jueves insistió en que la petrolera "se tomó seriamente el riesgo climático", que sus ejecutivos actuaron correctamente y que "no se trata de un caso en el que dijimos una cosa al público externamente y la ignoramos internamente", recoge el canal local NBC.
Wells consideró que el juicio, que ha durado unas tres semanas, ha sido una "broma cruel" y perjudicial para la reputación de los empleados de Exxon Mobil, que al principio reivindicó ser víctima de una persecución política por parte de los activistas.
Asimismo, señaló que la Fiscalía no ha conseguido probar sus acusaciones porque los testigos a los que llamó no eran inversores que hubieran leído los informes de Exxon y después se hubieran sentido engañados.
El caso, fruto de varios años de investigación y que fue llevado a los tribunales por la actual fiscal del estado de Nueva York, Letitia James, lo ha juzgado el magistrado Barry Ostrager directamente sin jurado, por lo que será él quien decida el veredicto.