El presidente chino, Xi Jinping, se valió este miércoles de los BRICS y la compañía de los líderes de Brasil, Rusia, India y Sudáfrica para enviar un claro mensaje contra el proteccionismo que, aunque no lo citó, pareció dirigido a Estados Unidos.
Xi, junto a los presidentes de Brasil, Jair Bolsonaro; Rusia, Vladimir Putin; y Suráfrica, Cyril Ramaphosa; y el primer ministro de India, Narendra Modi, clausuró un foro empresarial de los cinco países celebrado en Brasilia y fue quien más claro se pronunció en favor de una mayor apertura comercial para impulsar la economía.
"Estamos en un momento de grandes transformaciones", pero "el creciente proteccionismo amenaza el crecimiento global y lleva a una desaceleración de la economía internacional", dijo el presidente de China, país inmerso en una guerra comercial aún no resuelta con Estados Unidos.
Xi no aludió directamente a esas discordias, pero sí subrayó la decisión china de ir hacia una mayor apertura comercial y apuntó: "En los últimos cinco años, China ha contribuido, en media, con cerca del 30 % del crecimiento de la economía mundial".
Con menos énfasis, Putin también alertó sobre la desaceleración económica, destacó el aporte al crecimiento global de los países del BRICS en conjunto y lamentó que el momento actual esté marcado por "actitudes proteccionistas" y "problemas aduaneros".
El surafricano Cyril Ramaphosa, el indio Narendra Modi y el anfitrión Bolsonaro casi no hicieron alusiones al proteccionismo, pero sí se pronunciaron por una apertura comercial global, en la que todos los líderes del BRICS coincidieron en que está la base de una mayor expansión económica mundial.
Este jueves, antes de la clausura de la cumbre del BRICS, esos asuntos volverán a ser debatidos en dos sesiones plenarias. Una de ellas será privada y, según fuentes oficiales brasileñas, permitirá la discusión de otros temas más espinosos y políticos.
LOS EMPRESARIOS PIDEN UN BANCO MÁS ACTIVO La cita empresarial clausurada por los mandatarios presentó sus propias conclusiones del encuentro y en uno de los puntos propuso que el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) se vuelque con más fuerza a la financiación de proyectos en los países del foro.
El NBD fue creado en 2014 con aportaciones de los cinco países y un capital inicial de 50.000 millones de dólares. En su momento, se llegó a conjeturar con que podía ser una suerte de competencia para el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial (BM), lo cual se quedó muy lejos de ser una realidad.
Hasta ahora, en cinco años de existencia, el NBD ha financiado proyectos por un total de unos 10.000 millones de dólares, una suma considerada modesta cuando se trata de las cinco mayores economías emergentes del planeta.
Según los empresarios reunidos en Brasilia, ese banco de fomento debería centrar su cartera crediticia en los países miembros y en proyectos para el desarrollo de energías limpias y la integración energética de los cinco socios con sus vecinos.
¿ACUERDO LIBRE COMERCIO BRASIL-CHINA?
En otro seminario en que se discutía la actuación del banco, el ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes, reconoció que su país no ha aprovechado en todas sus dimensiones la oferta crediticia de la entidad y, en su discurso, llegó a sugerir que Brasil ya estaba en negociaciones para un acuerdo de libre comercio con China.
Esa declaración fue matizada por el propio Guedes, quien luego de una bilateral entre Bolsonaro y Xi Jinping aclaró que se trataba más de un deseo de cara al futuro que de una realidad inmediata.
"Queremos más comercio con China", que es el mayor cliente de los productos brasileños en el mundo, declaró Guedes, y comparó esa intención con la integración que Brasil tiene con el Mercosur o la que tendrá con la Unión Europea (UE) gracias al acuerdo anunciado entre ambos bloques.
Bolsonaro y Xi Jinping, de hecho, no hicieron ninguna alusión a alguna negociación, aunque sí enfatizaron que el comercio entre los dos países tiene un enorme potencial aún no totalmente explotado.
Xi también reiteró el interés de China en que Brasil sea una plataforma para fortalecer su presencia en Latinoamérica, que es uno de los objetivos para la expansión y el crecimiento de la pujante economía china.