La Comisión Nacional de Aguas (Conagua) de México anunció este martes la finalización de las obras del Túnel Emisor Oriental, el túnel de drenaje profundo más grande del mundo, con más de 62 kilómetros de longitud, y que dará servicio a la capital mexicana, tras once años de construcción y un enorme sobrecoste.
"El túnel está listo para operar a partir de ya, solo se trata de revisar el protocolo de operación", explicó durante un recorrido para prensa la subdirectora de Agua Potable, Drenaje y Saneamiento de Conagua, Patricia Ramírez, quien precisó que la inauguración depende de la agenda del presidente del país, Andrés Manuel López Obrador.
La instalación, que dará servicio a más de 20 millones de personas de Ciudad de México y alrededores, tiene 62,4 kilómetros de longitud, desde el distrito Gustavo A. Madero de la capital mexicana hasta el municipio de El Salto, en el céntrico estado de Hidalgo, y 150 metros de profundidad en su pozo más profundo.
La principal función de este túnel, que ha costado 33.800 millones de pesos (unos 1.731 millones de dólares), es la de evitar los recurrentes problemas de encharcado e inundaciones de la zona y conducir las aguas cloacales.
La construcción ha finalizado siete años después de lo previsto, pues debía haberse acabado a finales del 2011, un retraso que se ha traducido en un sobrecoste de unos 20.000 millones de pesos (unos 1.024 millones de dólares).
"Se ha alargado la construcción, porque la geología del terreno ha sido variable", explicó a Efe el ingeniero a cargo del proyecto, Luis Manuel Rivera García, quien también destacó las dificultades para manejar las tuneladoras.
El túnel cuenta con 24 pozos o lumbreras, además de una compuerta de salida del agua que lo conecta con la desembocadura del Túnel Emisor Central, antes de llegar al río Tula.
El 35 % de las aguas que saldrán por el túnel, sin embargo, nunca llegarán al río, sino que se canalizan a la Planta de Tratamiento de Atotonilco, desde donde se abastece a campesinos del Valle de Mezquital.
Esta obra ayudará a reducir la carga del ya existente Túnel Emisor Central, operativo y sin revisar desde hace 44 años.
"Uno de los principales beneficios es que el TEO puede permitir que el Emisor Central salga de operaciones para darle mantenimiento e inspeccionarlo", dijo Rivera.
El TEO, gracias a su diámetro de siete metros, es capaz de acaudalar 150 metros cúbicos por segundo, lo que equivale a quince camiones cisterna.
Esa capacidad de drenaje se explica en gran medida por la pendiente que acumula el túnel desde su inicio hasta su desembocadura, un diseño pensado para que no precise de ningún sistema de bombeo de agua.
Desde 2013, está en funcionamiento un primer tramo del túnel, entre el distrito Gustavo A. Madero y el municipio de Ecatepec, colindante con la capital mexicana, que abastece a 1,5 millones de personas.