El Banco Central de Chile anunció una intervención en el mercado cambiario con un monto de hasta 20.000 millones de dólares para tratar de frenar la caída del peso, que se anotó este jueves un nuevo mínimo histórico al cerrar en 828,36 unidades por dólar por la grave crisis social.
"Más allá del nivel alcanzado por el tipo de cambio, que en parte importante refleja una mayor incertidumbre, la rapidez y sucesión de movimientos en la misma dirección han generado una volatilidad (cambiaria) que se estima excesiva", dijo el emisor.
La intervención será mediante la venta de dólares spot por un monto de hasta 10.000 millones y de instrumentos de cobertura cambiaria por un monto de hasta 10.000 millones desde el 2 de diciembre hasta el 29 de mayo de 2020.
La institución explicó que "los efectos monetarios de esta medida serán esterilizados, de manera que la provisión de liquidez en pesos sea coherente con la tasa de política monetaria".
"La esterilización se implementará mediante el programa de liquidez en pesos anunciado el 14 de noviembre pasado, por lo que la duración de este último se extenderá hasta el 29 de mayo de 2020. Por su parte, el programa de liquidez en dólares finalizará en la misma fecha", apuntó.
Hace dos semanas el Banco Central ofreció un programa de inyección en dólares a través de licitaciones de compra de swap de divisas a 30 y 90 días plazo, una medida que muchos analistas calificaron de "demasiado suave" y que no logró frenar el desplome del peso.
Hasta el inicio de la crisis, el valor histórico más bajo de la divisa chilena se había registrado en octubre de 2002, cuando cotizó a 761 pesos por dólar. La divisa local llegó a rozar durante la mañana del jueves los 838 pesos por dólar.
"El Consejo del Banco Central reitera que seguirá usando todas las herramientas de que dispone para el logro de los objetivos que le asigna la ley, en particular, mantener el normal funcionamiento de los pagos internos y externos, y que la inflación se ubique en la meta del 3 % en el horizonte de política de dos años", agregó el emisor.
La crisis social, que ya se ha cobrado la vida de al menos 23 personas y ha provocado miles de heridos, está a punto de cumplir seis semanas y no hay visos de una pronta resolución.
Las marchas, que comenzaron siendo multitudinarias y en las que se reclaman una mayor redistribución de la riqueza y servicios básicos gratuitos, han ido perdiendo fuerza con el paso de los días, aunque sigue existiendo descontento en las calles y episodios de violencia con saqueos, incendios y destrucción de mobiliario público.
Además del desplome del peso, las protestas están causando graves impacto en el comercio y en el turismo hasta el punto de el Banco Central rebajó su previsión de crecimiento para 2019 del 2,5 a 1,9 %. El Gobierno estima que se podrían perder hasta 300.000 puestos de trabajo a finales de año, lo que elevaría la tasa de paro del 7 % al 10 %. }