La divulgación el martes del producto interior bruto (PIB) de Brasil en el tercer trimestre del año confirmará que la mayor economía de Suramérica mantiene su lenta pero gradual trayectoria de recuperación en 2019, según las proyecciones divulgadas por diferentes analistas este lunes.
Los datos referentes al crecimiento de Brasil entre julio y septiembre serán divulgados este martes por el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE) y, de acuerdo a los analistas, el PIB brasileño deberá repetir el crecimiento registrado en el segundo trimestre del año, cuando expandió un 0,4 %.
Para los economistas, el gigante suramericano mantuvo su lento pero gradual ritmo de crecimiento, impulsado por un mayor consumo de los brasileños en el mercado interno, índices de inflación controlados y una tasa básica de interés más baja, que alcanzó sus mínimos históricos al situarse en el 5,0 % anual.
Así, los economistas proyectan que Brasil creció entre un 0,4 % y 0,5 % en el paso del segundo al tercer trimestre de este año y un 1,0 % frente al mismo periodo de 2018.
Tras la recesión vivida entre 2015 y 2016, cuando el PIB se retrajo un 7 %, y el crecimiento de un 1,1 % registrado tanto en 2017 como en 2018, los analistas destacan que los indicadores referentes al tercer trimestre del año apuntan hacia la consolidación de la retomada económica del país.
En el segundo trimestre del año, el PIB brasileño se expandió un 0,4 % en comparación con los tres primeros meses del año, impulsado por el aumento de las inversiones, del consumo de las familias y la política de tinte liberal llevada a cabo por el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, en el poder desde el 1 de enero.
Desde que asumió la Presidencia, Bolsonaro anunció una serie de medidas de corte liberal, que incluyen una agenda de reformas y un programa que contempla la privatización de diversas empresas, con las que espera reducir al mínimo el tamaño del Estado.
Además, el mercado señala que la aprobación de la reforma del sistema de jubilaciones a finales de octubre permitió una mayor tranquilidad a los inversores acerca del mantenimiento de la agenda económica propuesta por el mandatario brasileño.
Por eso, los analistas evalúan que, independientemente del porcentual de crecimiento registrado entre julio y septiembre, las perspectivas para la economía brasileña son bastante más optimistas que las previstas a inicios del año, cuando el mercado incluso llegó a alertar sobre la posibilidad de una recesión técnica.
Para 2019, tanto analistas como el Gobierno prevén una expansión de cerca del 0,99 % del PIB, mientras prevén un crecimiento de un 2,22 % para 2020.