Un desarrollo económico más inclusivo tiene que ser prioridad para Latinoamérica, según subrayaron este lunes empresarios, responsables políticos y académicos reunidos en Naciones Unidas para analizar la situación de la región, una coyuntura marcada por las recientes protestas.
Ese malestar social fue el telón fondo de la cuarta edición del "Latino Impact Summit", un foro que busca discutir soluciones a los retos y oportunidades del crecimiento en el continente y fomentar alianzas entre distintos actores.
"Latinoamérica va a ser la región del mundo con menos crecimiento este año. Hay una conexión entre la gente en las calles y los datos", recordó Chantal Line Carpentier, directora de la oficina en Nueva York de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo.
Carpentier destacó que las protestas en los distintos países tienen explicaciones comunes, que incluyen la mala coyuntura económica, los altos niveles de desigualdad o la menguante clase media y que muestran un claro descontento por parte de mucha gente.
"Las buenas noticias son que hay mucho potencial en la región. América Latina solía ser una de las regiones del mundo con un mayor crecimiento por la riqueza de los recursos naturales y el capital humano y no hay absolutamente ninguna razón por la que no puede volver a esos días", recalcó.
Ese mensaje de optimismo fue una tónica general de la jornada, en la que se insistió en que la respuesta pasa por un desarrollo más inclusivo que haga frente a la desigualdad y que facilite unas economías más dinámicas.
El problema de la falta de equidad lo reconoció, por ejemplo, el ministro panameño de Turismo, Iván Eskildsen, que recordó que la riqueza que ha logrado su país gracias a su privilegiada posición geoestratégica ha terminado por concentrarse en ciertas zonas y sectores.
"Tenemos una deuda en esos elementos de inclusión", apuntó Eskilden, que subrayó la necesidad de lograr que todas las poblaciones se puedan beneficiar de esa gran "riqueza patrimonial" del país.
"Siento que toda Latinoamérica necesita ser escuchada y necesita trabajar en conjunto. Y siento que los empresarios somos un pilar fundamental dentro de este pedido de mayor equidad, de mayor inclusión, de mayor desarrollo", dijo Sylvia Escobar, la presidenta de la empresa colombiana de distribución de combustibles Terpel.
Las discusiones tuvieron como eje, en buena parte, la llamada Agenda 2030, la gran estrategia de la ONU contra la pobreza y para proteger el medio ambiente que sustituyó a los Objetivos del Milenio.
Para el presidente de la Bolsa de Valores de Colombia, Juan Pablo Córdoba, el "qué" se debe conseguir en materia de desarrollo está claro, pero es necesario trabajar más en el "cómo", pues se ha lanzado un mensaje de que los objetivos son fáciles de lograr y "eso no es así".
En ese sentido, Damián Valenzuela, presidente de Latin America Invest, advirtió que probablemente la región no va a cumplir con las metas marcadas para 2030, pero subrayó que, en este ámbito, "el camino es más importante que la finalidad".
La necesidad de una educación que responda al mercado laboral del futuro, de gestionar adecuadamente las consecuencias de la migración -sobre todo de la crisis venezolana- y de avanzar en igualdad de género fueron algunos de los aspectos que se discutieron en los distintos paneles en los que se estructuró este "Latino Impact Summit".
La jornada, además, prestó especial atención a Colombia, el "país foco" de esta edición, con un debate en el que la presidenta de Procolombia, Flavia Santoro, subrayó la apuesta por el turismo y por la inversión extranjera que está haciendo el Gobierno de Iván Duque.
En la discusión intervino también el cantante Carlos Vives, que este año fue galardonado con el Premio de Impacto Latino por el trabajo de su fundación Tras la Perla, creada por el artista para promover el desarrollo sostenible de su ciudad natal, la localidad colombiana de Santa Marta.
El "Latino Impact Summit" está organizado por la Alianza de Impacto Latino, una iniciativa para promover colaboraciones en favor del crecimiento y el desarrollo sostenible en las Américas creada por la Fundación PVBLIC y la Fundación Ismael Cala.