El Banco de España ha calculado que si el crecimiento de la economía de China se desacelera 1 punto porcentual adicional el avance de la economía mundial podría frenarse 0,4 puntos en un año, con efectos especialmente significativos en los productores de materias primas y en las economías asiáticas.
La entidad recuerda en un artículo analítico publicado este martes la importancia sistémica de China -cuyo crecimiento económico ha pasado de cerca del 10 % en 2010 al 6,6 % en 2018-, no solo por su peso en el PIB mundial, sino también por su conexión con otras economías en el ámbito comercial, en los mercados de materias primas y en el sistema financiero global.
La entidad dice que en las economías avanzadas el impacto negativo sobre el PIB sería inferior a 0,3 puntos, pues estaría limitado por el impacto positivo derivado de la reducción de los precios de las materias primas, de las que estos países son especialmente dependientes.
Por el contrario, la contracción de la actividad sería más acusada en las economías emergentes, de hasta 0,5 puntos, y en particular en los países productores de materias primas, así como en algunas economías asiáticas con fuertes interrelaciones con China, como Indonesia.
En América Latina se producirían reducciones de las tasas de crecimiento de entre 0,7 puntos para Brasil y Argentina, y 1,4 puntos para Chile.