La industria de generación de energía de Brasil obtendrá mejores resultados en 2020 debido a un aumento gradual de la demanda y una mayor disponibilidad de fuentes alternativas, según un informe divulgado este martes por Moody's.
La agencia de calificación de riesgo cambió su perspectiva del sector de "estable" a "positiva" ante la expectativa de que "los márgenes operacionales" de las compañías del ramo estarán por encima del 50 % el próximo año.
También argumentó que la demanda de electricidad debe "crecer gradualmente" y auguró que el riesgo hidrológico será "más manejable", un factor clave que aún así tendrá que ser observado a lo largo de 2020 y que podría cambiar los pronósticos actuales.
"Esperamos que el consumo de electricidad crezca cerca del 2,6 % en 2020 a medida que la demanda aumenta junto con una mejora de las condiciones económicas" del país suramericano, afirmó la analista sénior de Moody's Cristiane Spercel, en un comunicado.
La agencia señaló que, pese al aumento de la demanda, los precios medios de energía en el mercado 'spot' (mercado de transacciones de compra y venta de electricidad de corto plazo) bajarán entre un 10 % y un 12 % en 2020, como consecuencia de la "conclusión de proyectos de generación más eficientes y nuevas líneas de transmisión".
Además, subrayó que los tipos oficiales de interés, en mínimos históricos (5,0 % anual), también favorecen una mejoría en el desempeño de la industria de generación, pues "permite una mayor flexibilidad en las estrategias de gestión de pasivos y alternativas de financiación para nuevos proyectos".
Moody's también destacó que la hidroeléctrica "continuará siendo la fuente primaria de energía de los brasileños", pese a que el porcentaje de fuentes eólicas en la matriz del país ha aumentado "significativamente".
Según estimativas oficiales, el sector eléctrico de Brasil demandará inversiones por valor de 450.000 millones de reales (unos 107.140 millones de dólares) en la próxima década para la construcción de nuevas plantas de generación y líneas de transmisión.
Las inversiones, según el Gobierno brasileño, son necesarias para hacer frente al crecimiento estimado del 35 % en la generación eléctrica y del 39 % en transmisión.