Madrid, 3 dic (EFECOM).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) defiende el diálogo entre países para abordar los problemas comerciales antes de adoptar medidas proteccionistas, como los recientes aranceles de EEUU al acero y el aluminio de Argentina y Brasil, ha dicho este martes a Efe un alto responsable del organismo multilateral.
"Los diferentes participantes en el comercio internacional tienen que moverse a esquemas que sean más productivos en la resolución de sus conflictos (...), entrar en negociaciones económicas que resuelvan los problemas de fondo que pueden estar detrás de estos conflictos, pero evitar las sorpresas" ha indicado el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner.
Preguntado en una entrevista con Efe por el restablecimiento de aranceles anunciado ayer por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el responsable para Latinoamérica del FMI ha apostado por el diálogo y la negociación para evitar incertidumbres.
El FMI considera que "las diferencias genuinas que existen en términos de cómo se debe rebalancear y ajustar el sistema internacional de comercio se haga dentro de un contexto de negociaciones multilaterales que refuerce el sistema y no lo debilite", ha dicho.
Werner ha defendido la necesidad de "arreglar los puntos en los que algunos países creen que el sistema de comercio internacional, de propiedad intelectual, etc. está desbalanceado".
No obstante, ha considerado que es necesario "hacerlo en un marco de cooperación internacional, para que se mantenga y mejore el sistema actual" y evitar "conflictos como el que hemos visto, que exacerbe la incertidumbre y, con ello, se afecte la inversión, las cadenas globales de valor y el crecimiento económico de todos los involucrados".
"Tal y como hemos visto en nuestros estudios", ha recordado Werner, "cuando se hacen simulaciones de los efectos de una intensificación de las tensiones comerciales, al final del día todos los países pierden".
El presidente estadounidense sorprendía ayer con la reimposición de aranceles al acero de Argentina y Brasil, a quienes acusó de una devaluación masiva de sus monedas, que estaba teniendo efectos perjudiciales sobre los agricultores del país norteamericano.
Los dos países suramericanos habían sido exentos por parte de Estados Unidos de los gravámenes al acero del 25 % y al aluminio del 10 % que impuso a sus principales socios comerciales en mayo de 2018, tras lograr cesiones de las autoridades de ambos países.
Entonces, el Gobierno de Argentina anunció que impondría límites a sus exportaciones de aluminio y acero al país; y días después, el Ejecutivo brasileño aceptó un acuerdo de cuotas bajo el cual admitió un arancel del 10 % sobre el aluminio y límites a sus ventas de acero.