La ministra de Economía española en funciones, Nadia Calviño, se mostró "satisfecha" con los progresos hechos por los titulares de Economía y Finanzas de la eurozona sobre la reforma de su fondo de rescate y la unión bancaria, a pesar de que ayer no lograron acordar todo el paquete de medidas que tenían sobre la mesa.
Calviño destacó este jueves que "es satisfactorio que no se estén dando pasos atrás", sino avances, hacia la creación de un Sistema Europeo de Garantía de Depósitos -el pilar que falta para completar la unión bancaria- dada la complejidad política de la negociación.
En este sentido, señaló en una rueda de prensa que "hace año y medio se consideraba que era un tema prácticamente tabú", mientras que ahora no solo se ha introducido en la agenda sino que hay un compromiso "cada vez más fuerte" sobre su necesidad.
En la reunión de ayer "no hubo ningún tipo de desacuerdo sobre la necesidad de completar este trabajo y de fijar un objetivo de completar la unión bancaria en este periodo de cinco años", dijo Calviño en referencia al horizonte que se han dado los ministros para poner en marcha la garantía de depósitos.
La ministra restó importancia al hecho de que no concretasen una "hoja de ruta" para iniciar negociaciones políticas, documento que debían presentar en la cumbre de líderes comunitarios de la semana próxima, puesto que sí se ha pactado un "plan de trabajo" que define cuales son los ámbitos en los que se trabajará durante la legislatura.
"No considero que eso sea un paso atrás. Estoy más pendiente de la sustancia", dijo Calviño, quien insistió en que es "un paso pequeño, pero un paso adelante".
La garantía de depósitos común lleva estancada desde 2015 y el trabajo realizado en los últimos meses busca un modo de combinarla con otras medidas de modo que el conjunto sea aceptable por quienes dan prioridad a seguir reduciendo los riesgos de la banca -como Alemania u Holanda- y por los que creen que ya es posible mutualizar la gestión de los mismos -como España, Italia o Francia-.
Entre las medidas a debate está limitar la exposición de la banca a la deuda soberana de su país o pedir colchones de capital por el riesgo vinculado a la misma.
A este respecto, Calviño recordó que para España cualquier debate sobre el tratamiento de la deuda soberana "tiene que incorporar una discusión sobre una cesta de activos libres de riesgos a nivel comunitario".
"Tiene que haber un elemento que se llame eurobono, se llame eurocesta de monedas, pero que suponga la existencia de un activo público libre de riesgo", dijo.
Calviño se mostró satisfecha también por los avances hechos en 2019 en la reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad -el fondo de rescate- a pesar de que ayer no se lograse cerrar el texto de su tratado "al 100 %" debido sobre todo a las dudas de última hora de Italia.
La ministra confió en que las dos cuestiones jurídicas que quedan pendientes se concluyan en enero.
El vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, coincidió en ver avances en la reforma del MEDE, pero consideró que en cuanto al fondo de garantía "el resultado ha sido más decepcionante", puesto que los ministros no han conseguido "progresos sustanciales".
Añadió, no obstante, que todos los países desean encontrar un acuerdo.