El fiscal general de Venezuela, Tarek Saab, confirmó este jueves que el pasado 22 de noviembre una banda criminal masacró a 8 personas en el estado de Bolívar (sur, limítrofe con Brasil) para apoderarse de una zona en la que se practica la minería ilegal de oro.
"Un grupo de personas presuntamente pertenecientes a una banda delictiva (...) ingresaron a la población de Ikabarú y dispararon contra un grupo de personas que se encontraban en un establecimiento de expendio de bebidas alcohólicas, resultando de ello el fallecimiento de 8 personas y un herido", dijo el fiscal.
En declaraciones ante periodistas, Saab explicó que entre los fallecidos estaba un sargento retirado de la Guardia Nacional Bolivariana (policía militarizada) y un adolescente.
"Los implicados en el ataque armado huyeron (...) en un vehículo que fue robado en ese momento", prosiguió e informó de la detención de ocho personas, entre ellos dos hombres de nacionalidad brasileña.
La ONG venezolana Programa Venezolano de Educación Acción en Derechos Humanos (Provea) denunció que al menos cuatro de los fallecidos eran indígenas de la etnia pemón, una comunidad asentada en esa zona.
Tanto el fiscal como la ONG aseguran que la banda responsable de el ataque es liderada por un sujeto, conocido como alias El Ciego, que tiene orden de aprehensión y sigue prófugo.
En esta zona venezolana rica en oro y diamantes, se han registrado en los últimos tres años al menos cinco matanzas de mineros con un saldo de más de 20 fallecidos.
Además, en esta región se encuentra el Arco Minero del Orinoco, una zona especial declarada así por el Gobierno de Nicolás Maduro en 2016 para explotar unas 7.000 toneladas de riquezas.
Este complejo abarca unos 111.000 kilómetros de los estados Bolívar, Amazonas y Delta Amacuro, donde el Ejecutivo espera generar 33.000 millones de euros (36.000 millones de dólares) en los siguientes seis años a través de la explotación de diversos minerales.