Ante una previsible subida del nivel del mar por causa del cambio climático, los puertos marítimos deberán reformarse hacia una "adaptabilidad" progresiva, algo en lo que ya trabaja la Asociación Mundial de Infraestructuras del Transporte Acuático, explicó a EFE su presidente, Francisco Esteban Lefler.
Subir el nivel de los muelles, recrecer los diques y reforzarlos, o adaptar las grúas a nuevas condiciones de humedad son algunas de las medidas que se están estudiando para volver las infraestructuras "resilientes" a las consecuencias del cambio climático, señaló el técnico en una entrevista en Segovia, donde vive cuando no viaja.
Desde el pasado junio, Lefler está al frente de la Asociación Mundial de Infraestructuras del Transporte Acuático (PIANC, por sus siglas en inglés), referente mundial del sector de la que son miembros más de 40 países, 2.000 particulares y 500 empresas.
El ingeniero de caminos, canales y puertos participará este martes en una mesa redonda en la Cumbre del Clima de Madrid sobre "cómo construir un mundo resiliente al grado y medio que da el panel de cambio climático", señaló el experto, en referencia al aumento de temperatura pronosticado por Naciones Unidas.
Lefler expresó que, aunque "imprescindibles", los cambios que han de realizarse en los puertos deben hacerse de forma progresiva, lo que permitirá hacer inversiones graduales y así "no perder de vista" al sector económico.
"Si nos preparásemos ya para lo más desfavorable, haría falta un desembolso tremendo del sector público y privado y no sabríamos cuándo sería el retorno", sostuvo.
"Es muy difícil para un inversor tomar la decisión de invertir hoy 100 para algo que le puede pasar en 30 años", ilustró el técnico, quien explicó que, de este modo, las inversiones podrán ir adecuándose a las necesidades reales: "Hay que romper el mito de que la adaptabilidad es costosísima".
El presidente de PIANC reconoce que la planificación de adaptabilidad de estas infraestructuras es "de una complejidad brutal", ya que no va a ser posible derivar soluciones generales porque en cada país los efectos serán diferentes y las propias previsiones irán cambiando.
"No es lo mismo prepararse para un metro y veinte que para treinta centímetros", explicó el técnico, en alusión al pronóstico que Naciones Unidas maneja para el aumento del nivel medio del mar tras la fusión de los glaciares por el aumento de la temperatura media consecuencia del cambio climático.
Es precisamente la falta de previsibilidad uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el sector: "Sabemos que viene (el efecto del cambio climático), pero no sabemos cuantificarlo".
Según Lefler, esto ha generado "un cambio de paradigma" en el método de la ingeniería porque, hasta ahora, los planes se basaban en estudios estadísticos de lo que había pasado en años anteriores.
De esta forma, se manejaba "la hipótesis implícita de que el futuro sería igual", lo que ahora resulta "contraproducente", apuntó el experto.
Tanto en su experiencia en PIANC como en la española Fomento de Construcciones y Contratas, de la que es director técnico, Lefler declaró haber percibido que las grandes empresas están "cien por cien comprometidas" con la adaptación, pues estas "también piensan en la permanencia".
El experto también resaltó el trabajo de PIANC a través de su Comisión de Medio Ambiente en cuanto a la mitigación de la huella ecológica, y subrayó la importante labor de transición que se está haciendo en el sector hacia "fueles más ligeros, con menos emisión de azufre" e incluso "barcos propulsados por gas natural licuado".
Lefler recalcó que para esta transformación será necesaria "la implicación de todos", también de los políticos, pero insistió en que no se debe "ignorar la vertiente económica": "No se pueden reducir emisiones desde el BOE".
El directivo confesó que no es "nada pesimista" aunque se aproxime "un futuro lleno de desafíos", y opinó que, muchas veces, la realidad es "mal llevada a los titulares": "Emergencia (climática) es una palabra muy fuerte", advirtió el ingeniero.
Laura López