La entrada en funcionamiento el próximo 1 de enero de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Barcelona sobresaturará la congestionada red de transporte público, en la que cinco líneas de trenes de Cercanías superan ya el 100 % de ocupación por la mañana durante las horas punta.
Así se desprende del estudio "Análisis de la capacidad del transporte público a los accesos de Barcelona" que ha presentado este martes en rueda de prensa el presidente del RACC, Josep Mateu, y el director técnico de la fundación RACC, Marc Figuls.
"Si no tomamos medidas urgentemente, la red de transporte público no podrá absorber la demanda en hora punta porque ya está al límite de su capacidad", ha alertado Mateu.
Según cálculos de la entidad, la ZBE afectará al 20 % de los vehículos que actualmente circulan por la ciudad, es decir, unos 108.000 coches y 134.000 personas, de las cuales 18.000 son conductores en hora punta que tendrán que buscar alternativas a partir del próximo mes.
Sin embargo, el informe, que ha analizado 42 de las 50 líneas de trenes de Cercanías, Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC) y Bus Exprés entre las 7.30 horas y las 9.30 horas, pone de relieve que el transporte público sufrirá las consecuencias.
Y es que a día de hoy, de acuerdo con el RACC, hay al menos cinco líneas de Cercanías que circulan llenas o por encima de su capacidad máxima por la mañana, en especial la R3, que conecta Puigcerdà (Girona) con L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y que suele ir al 108 % de su capacidad.
También la R2 Sur (Barcelona-Sant Vicenç de Calders) y la R1 (Molins de Rei-Maçanet Massanes) circulan saturadas, al 107 % y 101 % de su capacidad respectivamente, mientras que la R4 (Sant Vicenç de Calders-Manresa) y la R2 (Castelldefels-Granollers) están al 100 %.