CCOO y UGT, la patronal de la industria electrointensiva AEGE y la siderúrgica Unesid han remitido una carta conjunta a las ministras de Industria, Reyes Maroto, y para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, para manifestar su disgusto y preocupación por la subasta de interrumpibilidad que comenzará el lunes, que reduce casi un 60 % la potencia a subastar.
Según ha informado este viernes la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA-UGT), en la carta manifiestan a las ministras que la industria electrointensiva española no puede seguir esperando promesas que no se materializan y ver mermado, al mismo tiempo, el único instrumento que hasta ahora había para aliviar el diferencial de coste eléctrico con los países europeos con los que compiten.
En este sentido, patronales y sindicatos recuerdan que esa brecha es de entre 20 y 25 euros/megavatio hora (MWh) con la competencia francesa y alemana.
Afirman también en su carta que "con este diferencial, España no puede ser un destino preferente para atraer la inversión empresarial ni podrá mantener la industria electrointensiva existente".
Asimismo, señalan que les ha sorprendido "muy desagradablemente la tardía convocatoria de la subasta de interrumpibilidad para el primer semestre de 2020, así como las condiciones de la misma".
Añaden que la reducción arbitraria de la potencia a subastar en casi un 60 %, junto con la desaparición de los bloques de alta disponibilidad de 40 MW, supone un "golpe durísimo" a la competitividad de la industria electrointensiva española, que tendrá que operar con costes muy elevados por 1.000 MW, frente a los 2.400 MW que salieron en la subasta anterior.
Las patronales y sindicatos dicen que ha habido tiempo suficiente para desarrollar metodologías alternativas y propiciar el mantenimiento en 2020 de la situación vigente, como ha hecho Portugal.
Según estas organizaciones, de esta manera en 2020 se debería encontrar un nuevo mecanismo de apoyo a la industria electrointensiva, que se aplique a partir del 1 de enero de 2021.
Asimismo, señalan que "no es de recibo que se hayan modificado las reglas del juego de forma tan drástica", a menos de un mes del inicio de 2020, y piden mantener para las próximas subastas la potencia subastada para el segundo semestre de 2019 (2.400 MW), lo que podría hacerse mediante una convocatoria extraordinaria contemplada en la regulación del servicio de interrumpibilidad u otra fórmula con igual resultado.
También advierten que para integrar el fuerte contingente de energías renovables previsto en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) será preciso contar cada vez más con la gestión de la demanda y señalan que los más de 30 años que lleva la industria electrointensiva prestando el servicio de interrumpibilidad al operador del sistema son una garantía para responder a ese reto.