La española Ana Patricia Botín, presidenta del Banco Santander; la argentina Paula Santilli, consejera delegada de PepsiCo Latinoamérica; y la brasileña Andrea Marques de Almeida, gerente financiera de Petrobras, son tres de las cien mujeres más poderosas del mundo según la revista Forbes.
Botín repite en el octavo lugar, Santilli se estrena en el puesto 60 y Marques de Almeida en el 77 de este ránking, encabezado de nuevo por la canciller alemana Angela Merkel y que concluye con la joven activista climática sueca Greta Thunberg en el número 100.
"En 2019, las mujeres de todo el mundo pasaron a la acción y reclamaron posiciones de liderazgo en gobiernos, empresas, filantropías y medios.
De Merkel, número uno por noveno año consecutivo, se destaca su "cruzada contra el sentimiento antinmigración en Europa", mientras que de Thunberg, de 16 años, su combate contra la "inacción frente al cambio climático y su impulso a millones de jóvenes en todo el mundo".
En el "top-5" se encuentran Christine Lagarde (2), presidenta del Banco Central Europeo; Nancy Pelosi (3), presidenta del Congreso de EE.UU.; Ursula von der Leyden (4), presidenta de la Comisión Europea, y Mary Barra (5), consejera delegada de General Motors.
Les siguen otros nombres recurrentes: Melinda Gates (6), copresidenta de la mayor fundación filantrópica del mundo junto a su marido Bill Gates; Abigail Johnson (7), consejera delegada de Fidelity Investments; Ginni Rometty (9), máxima ejecutiva de la tecnológica IBM, y Marillyn Hewson (10), CEO de Lockheed Martin.
Entre los nuevos rostros del ránking hay varias mujeres que ostentan el cargo ejecutivo más alto en sus empresas: Julie Sweet (16), en Accenture; Judith McKenna (21), en Walmart; Jessica Tan (22), en Ping An Group; Kathy Warden (37), en Nothrop; o Vicki Hollub (47), en Occidental Petroleum.
También destacan mujeres en puestos de Gobierno como la ministra de Finanzas de la India, Nirmala Sitharaman (34); la primera ministra de Bélgica, Sophie Wilmès (65); la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen (75) o la presidenta de Eslovaquia, Zuzana Caputová (80).
Forbes señala, por otra parte, que "ser una de las celebridades más poderosas del mundo significa más que ser una influenciadora o icono; significa usar tu capital cultural para perseguir causas importantes, crear mega-empresas o cambiar la cara de un sector".
Es el caso de la cantante Rihanna (61), con su imperio de moda y belleza Fenty, y la actriz Reese Witherspoon (90), con su productoras Pacific Standard y Hello Sunshine, mientras que "detrás de las cámaras" lideran el sector la jefa de Amazon Studios, Jennifer Salke (48) y la cineasta Ava Duvernay (79).
"Sus méritos son formidables por sí mismos, y aún más dado lo difícil que puede ser hacer incursiones en sectores y cargos que han sido dominados durante tiempo por los hombres, especialmente en tecnología, defensa, capital riesgo y Hollywood", apunta la revista.