La agencia de calificación de riesgo Fitch ha mantenido este viernes la calificación de España en notable bajo (A-) con perspectiva estable, a la espera de que se forme un Gobierno de coalición de PSOE y Podemos que ve difícil que pueda estar funcionando antes de que acabe el año.
En un comunicado, la agencia destaca la complejidad de las negociaciones con ERC, ya que esta formación ha llevado las conversaciones al terreno del independentismo, lo que añade incertidumbre sobre el momento en que se podrán aprobar los presupuestos de 2020 y sobre su contenido.
Según Fitch, la economía española se mantiene relativamente resistente en medio de las dudas políticas en el ámbito interno y de la desaceleración del crecimiento entre sus principales socios comerciales mundiales.
A su juicio, los mayores riesgos que afronta la economía española, además del riesgo político asociado a la crisis en Cataluña, son el alto nivel de endeudamiento público y la elevada tasa de paro.
La demanda interna (consumo e inversión) seguirá siendo el principal motor del crecimiento, aunque Fitch pronostica que se desacelerará hasta el 1,7 % en 2020, como consecuencia de la menor generación de empleo y de la ralentización del consumo de las familias.
La agencia calcula que el déficit público cerrará este año en el 2,2 % del PIB, dos décimas por encima de lo previsto por el Gobierno, y que se reducirá a menor ritmo en los dos años siguientes: hasta el 2 % del PIB en 2020 y el 1,8 % en 2021.
El endeudamiento del sector público seguirá elevado y solo bajará al 95 % para 2021, aunque con la previsión de que se mantengan las condiciones favorables para su financiación.