Una huelga de camioneros anunciada para este lunes e impulsada por transportadores autónomos que amenazan con paralizar a Brasil si el Gobierno no reduce el precio de los combustibles, parece no importar al presidente Jair Bolsonaro, quien no cree que la paralización se lleve a cabo.
Aunque la huelga ha tomado fuerza en las redes sociales y cuenta con el apoyo de la Central Única de los Trabajadores (CUT), no tiene el respaldo de importantes gremios del sector como la Asociación Brasileña de Camioneros (Abcam) o la Unión Nacional de los Camioneros (Unicam).
Por eso, el Gobierno de Bolsonaro considera que hay "pocas posibilidades" de que el levantamiento de los transportadores se realice.
Según dijo a comienzos de esta semana el portavoz presidencial, general Otávio Rego Barros, en una rueda de prensa, la posibilidad de la huelga "es pequeña".
El portavoz aseguró que el ministro de Infraestructura, Tarcisio Gomes de Freitas siempre ha insistido en que "tiene las puertas abiertas para el diálogo con la categoría" y que el presidente Bolsonaro "también tiene aprecio" por el sector.
Los rumores, que siguieron expandiéndose durante la semana, no cambiaron la opinión del Gobierno y el viernes el ministro de Infraestructura descartó la posibilidad de un paro, porque quienes la impulsan no tienen adhesión de los principales gremios del sector.
"Estoy en contacto diario con los líderes. Los camioneros tienen paciencia y están esperando nuestras acciones", dijo De Freitas durante la presentación de un balance de la cartera.
De acuerdo con el ministro, la Confederación Nacional de Transportistas Autónomos (CNTA, mediante nota, le confirmó que no apoyaba la huelga.
De la misma forma se ha manifestado Abcam, que mediante comunicado señaló que "no tiene negociaciones con la CUT y el Partido de los Trabajadores, y mucho menos participa en la organización de un posible paro programado a partir del 16 de diciembre de 2019".
Para el presidente de la Unión Nacional de los Camioneros (Unicam), José Araújo Silva, quien aseguró haber hablado con camioneros en las carreteras, los rumores de paralización "por ahora son solo ruido".
"He parado en los patios para conversar con los camioneros y solo escucho rumores. No he hablado con algún conductor que vaya a adherir al paro", afirmó, según una nota publicada en el portal de Unicam, donde fue citado.
La posible paralización, que iniciaría desde las 6.00 hora local (9.00 GMT) de este lunes, ha sido impulsada por camioneros autónomos y fue anunciada la semana pasada por Marconi França, un transportador que se ha convertido en uno de los principales líderes de los independientes.
Según ha manifestado França, el Gobierno de Bolsonaro ha incumplido con las promesas hechas a los camioneros tras el paro de 2018, entre las cuales destaca el alza continua del precio de los combustibles.
Por eso, el líder camionero asegura que un 70 % de los transportadores del ramo se cruzarán de brazos a partir del lunes.
Si la anunciada paralización llega a darse, Brasil podría enfrentar una situación como la de mayo de 2018 cuando la huelga camionera paralizó al gigante brasileño por 11 días y trajo consigo una grave crisis de desabastecimiento de combustibles, alimentos y productos básicos.
El paro de camioneros, que tuvo lugar entre el 21 y el 31 de mayo del año pasado, llegó a tener 1.200 puntos de bloqueo en todo el país y además del desabastecimiento que produjo en la nación, frenó la producción industrial y causó un perjuicio en la economía del país de unos 15.900 millones de reales (unos 3.878 millones de dólares), según una estimación del Gobierno.
La protesta de los camioneros fue cesando gradualmente después de que el Gobierno aceptó reducir el precio del diesel, cuyas continuas y fuertes alzas desataron el malestar de los transportistas.