La transición hacia un modelo más sostenible supone una gran oportunidad para la banca, ya que aún se necesitan 230.000 millones de euros de inversión, según ha explicado el copresidente de Iniciativas Financieras del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNEPFI), Antoni Ballabriga.
Ballabriga, que también es director global de Negocio Responsable de BBVA, ha resaltado en una entrevista con Efe que es necesario "enverdecer" la economía, pero sin poner vetos a ningún sector y estableciendo marcos regulatorios en cada industria.
Para facilitar la transición a un modelo verde, un tercio del sector bancario suscribió el pasado octubre los Principios de la Banca Responsable, promovidos por esta iniciativa financiera de la ONU.
Los bancos firmantes se han comprometido así a alinear su estrategia de negocio para que sea coherente con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y el Acuerdo de París y se dan un plazo de hasta cuatro años para implementar el nuevo plan.
Ballabriga ha explicado que, si bien los plazos podrían ser más exigentes, el objetivo de los principios es crear un marco "lo suficientemente ambicioso" pero también inclusivo para que todos los bancos que quieran abordar la sostenibilidad lo puedan hacer.
De hecho, los principios no exigen que se dejen de financiar todas las actividades contaminantes inmediatamente, sino que debe ser de una manera más gradual. "Hay actividades concretas que hay que excluir, pero el resto de compañías solo necesita que las acompañemos para que se impliquen en objetivos ambiciosos", ha subrayado.
Además, los principales bancos españoles se comprometieron el lunes 9 de diciembre a reducir la huella de carbono en sus balances, así como a trabajar juntos para desarrollar las metodologías necesarias de medición del impacto climático.
Todo para que en 2030 haya un 40 % menos de emisiones de gases de efecto invernadero, una cuota del 32 % de energía procedente de fuentes renovables y un 32,5 % de mejora de la eficiencia energética.
Los edificios son responsables del 40 % del consumo de energía y del 36 % de las emisiones de CO2 en la Unión Europea, y es complicado reformarlos debido a la Ley de Propiedad Horizontal, que imposibilita que las comunidades de vecinos reciban un préstamo.
En la misma línea que el presidente de la Asociación Española de la Banca (AEB), José María Roldán, Ballabriga apuesta por un cambio en esa legislación que permita que las comunidades tengan el respaldo de una entidad bancaria para realizar los cambios necesarios en la infraestructura.
En cuanto al papel de la banca en esta transición, Ballabriga sostiene que las entidades deben acompañar a las empresas y, para ello, estas deben aportar mejor información y más datos y así los bancos podrán integrarlas en sus modelos y gestionar mejor los riesgos.
En concreto, BBVA se ha propuesto ofrecer una alternativa sostenible de cada uno de sus productos, como los planes de pensiones verdes, aunque el directivo de la entidad ha alertado sobre la falta de incentivos que aún tienen algunas de estas opciones sostenibles en algunas actividades.
"Depende de qué tipo de actividad sea, los incentivos están en sí mismos, en el cambio que significa. Unos paneles solares o cambiar otros elementos de la casa se pagan en poco tiempo y suponen un gran ahorro, pero en otras actividades sí se requieren más beneficios para que esto coja otra velocidad".