La activista medioambiental sueca Greta Thunberg se encuentra de nuevo en Estocolmo, tras cuatro meses y medio de viaje por el mundo en lucha contra la crisis climática, una gira en la que ha evitado los medios de transporte más contaminantes, pese a que no siempre fue fácil.
"En casa" -"Home"-, es el mensaje enviado por la joven a través de su cuenta en twitter, en que aparece en una fotografía junto a dos perros de su familia, en un muelle de la capital sueca.
Thunberg emprendió su gira a finales de julio. Tras recorrer media Europa en tren partió desde Reino Unido hacia Nueva York en un velero que genera cero emisiones, pilotado por el deportista alemán Boris Hermann y el monegasco Pierre Casiraghi.
DEL VELERO ECOLÓGICO AL TREN NOCTURNO
Participó en la cumbre climática de la ONU y siguió viaje luego hacia América Latina, con intención de asistir a la COP25 que debía celebrarse en Chile. A la cancelación de la cita chilena, en medio de la situación política convulsa del país, siguió otra larga travesía transatlántica hasta llegar a Portugal, a principios de diciembre.
De Lisboa salió en un tren nocturno hacia Madrid, convertida en nueva sede de la COP25. En la capital española intervino tanto como oradora de la cumbre como ante la multitudinaria concentración que se desarrolló en el centro de Madrid.
Su penúltima etapa pública fue en Italia, donde acudió a una de las concentraciones del movimiento "Fridays for Future". A partir de ahí empezó el regreso a Suecia a través de Alemania, trayecto que acabó convirtiéndose en un nuevo episodio mediático no exento de polémica.
LAS INCOMODIDADES DE LA ALTA VELOCIDAD ALEMANA
Un tuit difundido en su cuenta, en que aparecía sentada en el suelo de un tren de alta velocidad ICE, que ella describía como "abarrotado", generó el malestar de la compañía alemana de ferrocarriles, Deutsche Bahn -DB-. También mensajes de simpatía de centenares de respuestas de ciudadanos que en algún momento han tenido malas experiencias con esa red.
La propia Thunberg lamentó en otro tuit que aparentemente haya desatado mayor interés mediático ese tuit que lo que calificó de "fracaso" de la cumbre climática COP25 de Madrid.
"Sorprendentemente, los medios parecen estar más interesados en los viajes en tren de adolescentes que en el hecho de que el COP25 fracasara", escribió Thunberg. "A veces, es una suerte viajar con periodistas para que puedan confirmar la historia", añadió respecto a la versión dada en el diario sueco "Dagens Nyheter".
El rotativo sueco incorporaba imágenes captadas durante ese viaje por una periodista en las que aparece Thunberg sentada en un pasillo, entre otros pasajeros asimismo sentados sobre sus maletas o en el suelo.
La DB había respondido al tuit de Thunberg asegurando que la joven viajó en primera clase y con asiento.La propia Thunberg aclaró luego que su tren original, que debía ir directo de Basilea a Hamburgo, fue cancelado, que tuvo que hacer varios transbordos hasta Gotinga, más al norte, donde sí que obtuvo un asiento.
Las reacciones de sufridos usuarios de los trenes alemanes se habían alternado con otras en que se cuestionaba los inconvenientes sufridos. Del estamento político destacó la reacción de la ministra de la Familia, Franziska Giffey, que reprochó a Thunberg haber "escenificado" esas presuntas incomodidades del tren.