El ministro brasileño de Economía, Paulo Guedes, afirmó este miércoles que el Producto Interior Bruto (PIB) de Brasil crecerá "al menos 2 %" en 2020 gracias a que el país comenzará a recoger los frutos de las reformas liberales y de ajuste fiscal impulsadas por el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro.
"El PIB crecerá como mínimo 2 % el próximo año. Se trata de una proyección conservadora de nuestra parte. Consideremos que la economía crecerá por lo menos el doble que este año. Si 2019 termina con un crecimiento del 1,2 %, en 2020 creceremos el 2,4 %", afirmó Guedes en una rueda de prensa.
En la rueda de prensa que concedió para hacer un balance de la política económica en el primer año de Gobierno de Bolsonaro, que asumió su mandato el 1 de enero pasado, el ministro se dijo optimista en torno a la evolución de la economía y afirmó que las reformas de ajuste fiscal comienzan a dar frutos.
En caso de cumplirse la previsión del ministro, la mayor economía de Suramérica consolidará finalmente en 2020 su proceso de recuperación tras la histórica recesión que sufrió en 2015 y 2016, cuando su PIB se retrajo cerca de siete puntos porcentuales.
En 2017 la economía de Brasil creció un 1,3 %, el mismo porcentaje que en 2018, y para este año el Gobierno prevé una expansión de cerca del 1,1 %, un porcentaje que, según Guedes, doblará en 2020.
El funcionario aseguró que terminar 2019 con un crecimiento próximo al 1,0 % no es una sorpresa debido a que la economía sólo comenzó a reaccionar en el segundo semestre tras la aprobación de algunas de las reformas propuestas por Bolsonaro.
"¿Cómo iba a crecer la economía si no habíamos aprobado nada?", se preguntó.
Desde que asumió el Gobierno, Bolsonaro viene promoviendo varias medidas de corte liberal, como la reducción del tamaño del Estado, la disminución de los gastos públicos y un ambicioso programa de privatizaciones y concesiones.
Además, presentó a consideración del Congreso varias reformas estructurales, como la del sistema de pensiones y jubilaciones, ya aprobada y que implica en un drástico ajuste de las cuentas públicas, la tributaria y la administrativa.
Según el ministro, a comienzos del año el Gobierno tenía previsto terminar 2019 con un déficit fiscal primario de 139.000 millones de reales (unos 34.750 millones de dólares), pero los últimos datos indican que, con la reducción de los gastos, el saldo negativo al final del año será de entre 60.000 y 80.000 millones de reales (entre unos 15.000 y 20.000 millones de dólares).
Agregó que la aprobación de la reforma de las jubilaciones permitió que el Banco Central acentuase su política de reducción gradual de la tasa básica de intereses (hasta el mínimo histórico del 4,5 % anual en diciembre), esencial para permitir la recuperación de la economía.
Según el Gobierno, una ligera recuperación de los niveles de empleo y la reducción del costo del dinero permitieron que el consumo de las familias volviera a crecer este año a niveles sustentables.
El ministro agregó que la reforma de las jubilaciones le permitirá al Estado ahorrar unos 800.000 millones de reales (unos 200.000 millones de dólares) en los próximos diez años, lo que demuestra el compromiso del Gobierno con el ajuste fiscal.
Aseguró que el ajuste proseguirá con una fuerte reducción de los gastos con el pago de la deuda pública, lo que será posible gracias a la fuerte reducción de los intereses, y con un mayor control de los gastos con el pago de salarios a funcionarios públicos.
Según Guedes, las inversiones de empresas privadas que están por llegar gracias a los procesos de privatización y concesión van a reforzar la infraestructura brasileña, incluyendo la de saneamiento básico.
Afirmó que la combinación de inversiones en saneamiento, inversiones en infraestructura e intereses bajos provocarán una ola de inversión privada doméstica e internacional en Brasil.