Ecuador acude al Foro de Davos después de un año social y económicamente turbulento por la necesidad de reordenar sus estructura fiscal y tributaria, y con la intención de seguir adelante en una senda que reduzca la dependencia del sector público y atraiga la inversión privada.
El viaje del presidente Lenín Moreno ha coincidido con la publicación de los primeros datos del Banco Central sobre los daños y pérdidas de las protestas sociales de octubre, que elevó a unos 821 millones de dólares: 120,07 millones en daños directos y 701,62 millones en pérdidas por "ingresos no percibidos".
Daños, se precisa en un informe realizado con el apoyo del Banco Mundial, que significaron un impacto negativo para el PIB nacional, que de un previsto crecimiento de 0,1 o 0,2 por ciento pasaría ahora a signo negativo, ínfimo pero negativo.
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