El supuesto "infierno fiscal" que han defendido la derecha y los empresarios de España no es suficiente para alcanzar la media de ingresos de los países del euro. El primer Gobierno de coalición desde la transición terminó la pasada legislatura con un recorte significativo de la brecha frente a la recaudación del entorno europeo, pero la distancia sigue siendo significativa. Si en 2018 la distancia era de seis puntos, ahora se sitúa en 3,6. Con las cifras que maneja Eurostat, España habría necesitado 48.000 millones más de ingresos por impuestos y contribuciones sociales para alcanzar la media europea.