El tira y afloja se repite prácticamente año tras año. El concurso para operar los viajes para mayores, que convoca el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), suele derivar en una pelea administrativa que emprenden las empresas que no resultan adjudicatarias. El choque en los despachos deja en el aire las fechas en las que se pueden contratar estos viajes y, con ello, comenzar las vacaciones de los mayores. Del calendario están pendientes cerca de 900.000 personas. Este año, además, coincide con un replanteamiento de los programas para lograr, entre otros objetivos, que sean un mecanismo para combatir el problema de la soledad no deseada.