La compañía automovilística Volvo Cars, propiedad de Geely, ha anunciado que fabricará su último vehículo diésel a principios de 2024 y que desde entonces dejará de producir todos los modelos de este combustible de la firma, por lo que será uno de los primeros fabricantes tradicionales que deje de fabricar este tipo de motorizaciones.
Así lo ha anunciado la compañía este martes en un comunicado en el marco de la Semana del Clima en Nueva York, en el que ha detallado que esta decisión deriva de la medida adoptada hace poco más de un año de abandonar el desarrollo de los motores de combustión al vender su participación en Aurobay.