Manuela, de 69 años, perdió la propiedad de su vivienda por avalar a su hija durante la crisis financiera y pese a acogerse a la moratoria antidesahucios por su situación de dependencia, en navidad fue hostigada por una empresa de desokupación: "Me dijeron que si salía, no volvía a entrar"
Sin prórroga para el desahucio de Alam en Tetuán ni piedad para que sus tres hijos acaben el curso en su colegio
Manuela estaba poniendo el plato sobre la mesa para sentarse a comer cuando alguien llamó al timbre el pasado sábado.