Los chiíes de la Cachemira india celebraron hoy la festividad de Ashura, la más sagrada para esa rama del Islam, silenciados por la imposición de nuevas restricciones en una región que se encuentra bajo un bloqueo sin precedentes impuesto por las autoridades desde hace más de un mes.
Los chiíes de todo el mundo conmemoran con procesiones el martirio del imán Husein, nieto del profeta Mahoma, en el décimo día del mes de Muharram, pero el Gobierno indio ha decidido prohibirlas por temor a manifestaciones contra su decisión de acabar con la autonomía de la región el pasado 5 de agosto.
La administración local, bajo control directo de Nueva Delhi desde junio del año pasado, ha ordenado no permitir las procesiones religiosas de la Ashura a siete de los diez distritos de Cachemira, incluyendo la capital de verano regional, Srinagar.
"Se han impuesto restricciones en Srinagar y en otras partes del valle para salvaguardar las vidas de la gente bajo la sección el artículo 144 del Código Penal", que prohíbe las reuniones de más de cuatro personas, afirmó a Efe un funcionario de la administración local que pidió el anonimato.
El motivo, según la fuente, es "mantener la ley y el orden".
Tradicionalmente, a partir del sexto día de Muharram los barrios chiíes organizan procesiones religiosas para recordar el martirio de Husein, quien un día antes de morir fue derrotado en la batalla de Kerbala junto a 72 de sus compañeros en el año 680 por el ejército del califa omeya Yazid I.
Las imágenes de participantes en las procesiones vestidos de negro flagelándose con cadenas o golpes en el pecho para rememorar el martirio suelen dar la vuelta al mundo.
Pero las autoridades indias prohíben las marchas desde el inicio de la insurgencia armada en el valle a principios de los años 90 y este año, como parte de las restricciones impuestas desde el 5 de agosto, han detenido a prominentes líderes chiíes.
El académico y miembro de la comunidad chií Raashid Maqbool denunció a Efe que la prohibición de las procesiones religiosas es un "crimen moral" que "hiere las emociones de la gente".
El poeta Qateel Mahdi comparó el bloqueo de Cachemira a lo ocurrido a Husein en Kerbala.
"El imán Hussein y sus piadosos compañeros fueron asediados en Kerbala cientos de años atrás y hoy, sus seguidores están siendo detenidos en sus casas y no se les permite hacer luto por el sacrificio del imán", lamentó.
Fuentes consultadas por Efe en zonas de mayoría chií afirmaron que la gran presencia de fuerzas de seguridad junto con las restricciones ha obligado a los seguidores del imán Husein a celebrar la Ashura en el silencio de sus casas.
"No hemos salido a las calles porque las fuerzas han sido furiosamente desplegadas y el toque de queda impuesto de forma estricta", dijo a Efe un miembro chií del consejo municipal de Srinagar, Tanveer Pathan.
Según la fuente, las fuerzas de seguridad dispararon perdigones en un templo chií local el pasado sábado.
"Si la actitud y las formas del Gobierno no cambian, Srinagar será testigo de una gran revuelta", anunció un enojado Pathan.
Las procesiones de Muharram en los días precedentes se han celebrado en su mayor parte sin incidentes, aunque en los últimos días los chiíes de Cachemira han realizado varias protestas contra las acciones de la India.
La decisión del Ejecutivo de acabar con la autonomía de Cachemira y dividir la región es percibida como un intento del gubernamental partido nacionalista hindú BJP de cambiar la demografía de esta región de mayoría musulmana, al permitirse ahora que indios de otras partes del país se asienten y adquieran tierras en la región.
Sin embargo, Nueva Delhi defiende que la medida solo busca el desarrollo de la disputada región, por la que la India y Pakistán han librado dos guerras y numerosos conflictos menores.