El futbolista Seid Visin, en una carta dos años antes de suicidarse:

El futbolista Seid Visin, de 20 años, fue encontrado sin vida este viernes en la habitación de su casa. Poco después se ha conocido una carta que el que era canterano del Milan y del Benevento, una de las jóvenes promesas del fútbol, escribió en 2019, según recoge el diario italiano Corriere Della Sera, en la que contaba los episodios de racismo que vivía diariamente.

"Ante este particular escenario sociopolítico que se cierne en Italia, yo, como negro, inevitablemente me siento cuestionado", comenzaba Visin, aclarando que fue adoptado de pequeño en lo que recuerda como una "lejana atmósfera de paz idílica" que "se ha puesto del revés".

"Siento sobre mis hombros, como una piedra, el peso de las miradas escépticas, prejuiciosas, disgustadas y asustadas de la gente", decía en la misiva leída en su funeral que hace dos años había sido enviada a sus amigos y a su psicóloga.

"Hace unos meses logré encontrar un trabajo que tuve que dejar porque demasiadas personas, en su mayoría ancianos, se negaban a ser atendidas por mí y, como si eso fuera poco, como si no me sintiera ya incómodo, me señalaron también la responsabilidad del hecho de que muchos jóvenes italianos (blancos) no encontraran trabajo", continúa en el texto.

Asimismo, el futbolista menciona que este clima racista se trasladaba incluso a los círculos más cercanos: "Cuando estaba con mis amigos, me llevó a hacer bromas de mal gusto sobre negros e inmigrantes, incluso con aire estruendoso dije que era racista con los negros, como para afirmar, como para enfatizar que no soy yo".

Lo único que estaba detrás de esta actitud, señalaba el deportista, era el miedo. "El miedo al odio que veía en los ojos de la gente hacia los inmigrantes, el miedo al desprecio que sentía en la boca de la gente, incluso de mis familiares que constantemente melancólicos invocaban a Mussolini y al 'Capitán Salvini'", apuntaba.

Estas escenas racistas, sin embargo, no solo le eran propias: también contemplaba cómo sus compañeros sufrían tales comentarios. "El otro día, un amigo, también adoptado, me dijo que hace un tiempo mientras jugaba al fútbol feliz y despreocupado con sus amigos, unas señoritas se le acercaron diciéndole: 'Disfruta tu tiempo, porque en un rato vendrán y te llevarán de regreso a tu país'".

Por último, Visin se despedía así: "Con estas crudas, amargas, tristes, a veces dramáticas palabras, no quiero suplicar compasión o dolor, sino recordar que la incomodidad y el sufrimiento que estoy experimentando son una gota de agua en comparación con el océano de sufrimiento que están viviendo esas personas de gran dignidad que prefieren morir antes que llevar una vida en la miseria y el infierno".