El número de víctimas por el atentado talibán del miércoles contra un hospital con un camión cargado de explosivos en el sur de Afganistán asciende ya a 39 muertos y 184 heridos, 40 de ellos graves, después de que los servicios de rescate recuperan varios cadáveres de entre los escombros.
"Desafortunadamente, tras coordinar la información, podemos confirmar que en el inhumano atentado de ayer murieron 39 (personas) y otras 189 resultaron heridos", afirmó este viernes a Efe Gul Islam Seyal, portavoz del gobernador de la provincia de Zabul, donde a primera hora de ayer ocurrió el atentado con el camión bomba.
Seyal aclaró que el número de muertos se duplicó respecto a los 20 de ayer después de encontrar varios cadáveres entre los escombros del hospital y otros edificios colindantes destruidos o dañados.
Entre los fallecidos, dijo, hay dos miembros de las fuerzas de seguridad, mientras que el resto son civiles, entre ellos personal médico y pacientes, algunos de ellos niños.
Además, 40 heridos en estado "crítico" fueron trasladados a un hospital de la vecina provincia de Nangarhar, añadió.
El hospital atacado en la ciudad de Qalat, el mejor equipado de todo Zabul y cuyo departamento de cuidados intensivos ha sido completamente destruido, se ha visto obligado a detener casi por completo sus servicios.
Ahora solo unos pocos centros privados están proporcionado servicios sanitarios en la región.
Un portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, reivindicó el jueves la autoría del atentado en su cuenta de Twitter y aseguró que estaba dirigido contra un edificio de la principal agencia de inteligencia afgana, la Dirección Nacional de Seguridad (NDS).
Según el portavoz, tras la explosión "la mayor parte del edificio fue destruido y murieron o resultaron heridos docenas de operativos de inteligencia".
Sin embargo, para Seyal el objetivo de los talibanes era el hospital, ya que el impacto de la explosión "estaba dirigido contra el hospital y solo un muro en torno al edificio del NDS se vino abajo".
Varias zonas de la provincia de Zabul, así como de las colindantes Uruzgan y Ghazni, se encuentran bajo control talibán.
Representantes de los talibanes y Estados Unidos mantuvieron durante el último año nueve rondas de negociaciones en Doha para tratar de buscar un camino a la paz tras 18 años de guerra, unas conversaciones que fueron suspendidas este mes por el presidente estadounidense, Donald Trump, tras un atentado insurgente en Kabul.
Zabul es también una de las provincias menos desarrolladas de Afganistán, con el 60% de su población a más de dos horas de distancia de un centro de salud, según la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación Humanitaria (OCHA).
Este año, la OCHA registró 133 ataques contra centros de salud en el país.
"La ONU urge a todas las partes en el conflicto a que respeten y protejan a los civiles y las infraestructuras civiles, incluido todo el personal médico, pacientes y edificaciones, según la Ley Humanitaria Internacional", pidió la OCHA tras el atentado.