La UE y el Reino Unido van acercando posiciones tras el Brexit. La Comisión Europea ha planteado a los 27 eliminar trabas a la movilidad de la población joven y que ha llevado al Reino Unido a perder una importante masa laboral que estaba intentando recuperar de forma bilateral con algunos estados. La idea que el gobierno comunitario ha propuesto a los estados miembros es que los jóvenes entre 18 y 30 años puedan moverse por periodos de cuatro años para estudiar o trabajar sin necesidad de establecer un criterio previo.
“La retirada del Reino Unido de la UE ha dado como resultado una disminución de la movilidad entre la Unión Europea y el Reino Unido. Esta situación ha afectado en particular a las oportunidades de los jóvenes de experimentar la vida al otro lado del Canal y de beneficiarse de los intercambios juveniles, culturales, educativos, de investigación y de formación”, señala la Comisión Europea en un comunicado. Tras el Brexit, la libre circulación entre la UE y el Reino Unido desapareció y la movilidad se rige por las normas de inmigración de cada una de las partes.
La Comisión Europea necesita el visto bueno del Consejo -donde están representados los gobiernos de los 27- para iniciar las negociaciones con el Reino Unido con el objetivo de abordar “de forma innovadora las principales barreras a la movilidad que los jóvenes experimentan hoy en día y crear un derecho para los jóvenes a viajar de la UE al Reino Unido y viceversa más fácilmente y durante un periodo de tiempo más largo”.
Las condiciones para esa suerte de libre circulación para los jóvenes se tendrían que negociar (edad, duración de la estancia, las condiciones para ser elegido y las normas para verificar el cumplimiento), pero la intención es que los desplazamientos no tengan que estar sujetos a un propósito concreto o sujetos a cuotas y que los beneficiarios pueden estudiar, trabajar o viajar.
El movimiento de la Comisión Europea busca, además, impedir que Reino Unido llegue a acuerdos bilaterales con algunos estados miembros provocando una división en la UE. El Gobierno británico había comenzado, de hecho, algunas negociaciones de ese tipo ante la pérdida de mano de obra de jóvenes europeos en muchos sectores. El alcalde de Londres, el laborista Saqid Khan, reclamó días un mecanismo especial que facilite los viajes y los empleos para europeos menores de 35 años y para que se aplicara en su ciudad, uno de los lugares más afectados por la pérdida de estudiantes y trabajadores de la UE.
Otro de los asuntos pendientes es el papeleo para el reconocimiento de los derechos de trabajo y residencia en Reino Unido de decenas de miles de europeos que estaban en el país antes de la entrada en vigor del Brexit. A 30 de septiembre de 2023, todavía quedaban unas 140.000 solicitudes por revisar, entre ellas las de más de 5.700 españoles.
Tras el Brexit, la UE y Reino Unido han ido limando asperezas y llegando a acuerdos de colaboración, como por ejemplo para la participación en el programa Horizonte Europa que permintirá a los investigadores británicos participar en las mismas condiciones que el resto de asociados. También se han cerrado importantes flecos pendientes, como el acuerdo de Windsor sobre el comercio en Irlanda del Norte y también se han hecho importantes avances para la relación futura con Gibraltar que España y Reino Unido esperan que se selle en las próximas semanas.