El FPÖ, partido antimigración y antiislamista fundado en los años 50 por antiguos nazis, el partido más votado en Austria
La ultraderecha ha ganado este domingo las elecciones generales en Austria, según las proyecciones. Según adelantan sondeos, el FPÖ, partido antimigración y antiislamista fundado en los años 50 por antiguos nazis, se ha convertido en el partido más votado por primera vez en la historia de posguerra del país.
No obstante, los datos apuntan a que el FPÖ no alcanzará la mayoría absoluta, por lo que la gobernabilidad requerirá de una coalición en la que la clave es si el conservador Partido Popular (ÖVP), su único socio posible, aceptaría ceder la presidencia del Gobierno al líder ultra, Herbert Kickl.
Según las proyecciones, el FPÖ llegaría al 29,1% (57 escaños), frente al 26,25 de los conservadores del ÖVP (52 escaños) y el 20,4% de los socialdemócratas (40 escaños). Los liberales de NEOS llegarían al 8,8% (17 escaños); los Verdes, el 8,6% (17 escaños); y los comunistas del KPÖ, un 2,9%
El FPÖ, fundado por antiguos nazis tras la II Guerra Mundial, se presenta como una formación de patriotas que rechaza la inmigración y dice defender las tradiciones y la identidad germana del país bajo el lema de 'Austria primero' y con un llamamiento a la “homogeneidad” de la sociedad.
Además, asume el controvertido concepto de la 'remigración', una idea promocionada por el extremista Movimiento Identitario, una ideología etnonacionalista que aboga porque los ciudadanos de origen no europeo sean expulsados a sus países para asegurar la homogeneidad racial y cultural del continente.
Pese a tener Austria unas de las rentas per capita más altas de Europa, el FPÖ acusa a la actual coalición de conservadores y ecologistas de causar una “extrema inflación” que, según ellos, perjudica a la clase trabajadora y favorece a los migrantes, que en su opinión reciben excesivas ayudas públicas.
Kickl atrae a partidarios de endurecer la política migratoria, pero también a desencantados con los partidos y medios de comunicación tradicionales, opositores a las medidas sanitarias y la vacunación durante la pandemia.
El FPÖ fue la fuerza más votada en Austria en las últimas elecciones europeas en junio pasado, con un apoyo significativo entre hombres mayores de 30 años y entre trabajadores de bajo nivel académico.
Kickl explota la inseguridad y el descontento de diferentes sectores ante la crisis económica o la guerra en Ucrania, para presentarse como defensor de la libertad frente a unas supuestas élites que -en su relato- quieren imponer un pensamiento único y controlar a la ciudadanía.
Términos nazisEl FPÖ ha recuperado términos del nazismo, como 'Volkskanzler' (canciller del pueblo), un término que usaba el propio dictador nazi Adolf Hitler, y ahora usado para plantear que Kickl sería el líder legítimo del país incluso si no reúne los apoyos parlamentarios para ser primer ministro.
Este nacionalismo de extrema derecha tiene una gran aceptación social en Austria desde 1986 cuando Jörg Haider se hizo cargo del partido. Desde entonces, el FPÖ ha estado tres veces en el Gobierno, siempre como socio menor en una coalición con el ÖVP.
La última se interrumpió en 2019, cuando un escándalo de corrupción rompió el ejecutivo e hizo que se desplomara el apoyo electoral al FPÖ a menos del 10%.
Pero bajo el mando de Kickl, y gracias a su retórica antivacunas y contra las medidas sanitarias durante la pandemia, el FPÖ ha logrado en apenas cuatro años recuperar posiciones y a pocos días de las elecciones lidera con escaso margen los sondeos delante del ÖVP.