El presidente ucraniano ha deslizado que el cese por parte de Moscú de los ataques aéreos contra objetivos energéticos y buques de carga podría allanar el camino a las negociaciones para poner fin a la guerra
Zelenski diseña un plan para derrotar a Putin, pero asegurarse el apoyo de los aliados no será fácil
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha deslizado que el cese por parte de Rusia de los ataques aéreos contra objetivos energéticos y buques de carga podría allanar el camino a las negociaciones para poner fin a la guerra.
El mandatario ucraniano declaró que si Moscú y Kiev acordaran poner fin a los ataques contra sus respectivas infraestructuras energéticas, sería un paso significativo hacia la desescalada del conflicto, en referencia a los ataques de drones ucranianos contra refinerías de petróleo rusas, recoge el mismo periódico. “Vimos durante la primera cumbre [de paz] que podría haber una decisión sobre seguridad energética. En otras palabras: nosotros no atacamos sus infraestructuras energéticas, ellos no atacan las nuestras. ¿Podría esto conducir al final de la fase caliente de la guerra? Creo que sí”.
Por el momento, las posturas de Kiev y Ucrania parecen seguir estando alejadas y no hay indicios de que estén dispuestos a entablar conversaciones de paz más amplias para poner fin al conflicto. Zelenski intenta pisar el acelerador para obtener apoyos a lo que ha bautizado como “plan para la victoria”, con el que busca presionar a sus aliados para que “fortalezcan” su posición, militar y diplomáticamente, de cara a unas eventuales negociaciones con Moscú, pero hasta ahora la propuesta ha sido recibida con tibieza por los socios occidentales.
Ucrania atraviesa un momento difícil más de dos años y medio después del inicio de la invasión a gran escala, con las tropas de Moscú avanzando gradual pero constantemente en el este y a las puertas de un invierno duro tras los bombardeos rusos a su infraestructura energética. El telón de fondo es la incertidumbre por las cruciales elecciones estadounidenses del próximo 5 de noviembre, y las consecuencias que pueden tener en la continuidad del apoyo a Ucrania, así como una mayor presión para buscar un fin negociado del conflicto. Según el FT, Zelenski también ha afirmado que disposición de Rusia a negociar “depende en primer lugar de las elecciones estadounidenses”.
Guterres llega a Rusia para la cumbre de los BRICSEntretanto, secretario general de la ONU, António Guterres, ha llegado a la ciudad rusa de Kazán para asistir a la XVI cumbre del grupo BRICS, en cuyos márgenes se reunirá con el presidente de Rusia, Vladímir Putin.
La reunión con el jefe del Kremlin, que tendrá lugar este jueves, es “una de las principales razones de su asistencia”, ha declarado el portavoz adjunto del secretario general, Farhan Haq. Esta será la primera vez que Guterres y Putin se verán desde abril de 2022, dos meses después del comienzo de la invasión rusa de Ucrania.
Según el portavoz, Guterres subrayará ante Putin “su postura bien conocida sobre la guerra en Ucrania y las condiciones para una paz justa basada en la carta fundacional de la ONU y las resoluciones”, en referencia a la integridad territorial y la soberanía de Ucrania. “Seguirá esforzándose por restablecer la seguridad de la navegación en el mar Negro, de importancia crítica para la seguridad alimentaria y energética mundial, especialmente para los países más vulnerables del mundo”.
La visita de Guterres a Rusia no ha sentado bien a Kiev. El Gobierno ucraniano ha criticado al secretario general de la ONU por aceptar reunirse con Putin, después de que en junio descartase asistir a la conferencia de paz celebrada en Suiza –organizada por el país invadido–, y a la que acudieron numerosos líderes internacionales. “En cambio, acepta la invitación a Kazán del criminal de guerra Putin”, lamentó el Ministerio de Exteriores ucraniano en redes sociales.
Haq dijo que Guterres va a Kazán “como hizo previamente en (la anterior cumbre del grupo en) Sudáfrica, como siempre ha sido su costumbre al asistir a reuniones de organizaciones con un gran número de estados miembros importantes, como el G7 o el G20”. El portavoz destacó que los países del grupo BRICS “representan casi la mitad de la humanidad” y, por ello, la cumbre “es de gran importancia para el trabajo de la ONU con los países miembros” de esa organización.
“Por lo que respecta a Ucrania y a las visitas a este país, el secretario general está deseando visitar Ucrania en un momento que convenga a ambas partes, tal y como se acordó previamente con el presidente [Volodímir] Zelensko en septiembre, cuando se reunieron”, continuó.
El grupo BRICS, conformado inicialmente por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, se ha ampliado a nueve miembros con la integración de Irán, Egipto, Etiopía y Emiratos Árabes Unidos y busca convertirse en un poderoso contrapeso de Occidente.
El presidente ruso, objeto de una orden de arresto dictada por la Corte Penal Internacional, intenta demostrar a Occidente que no está aislado. “En estos años de esfuerzos comunes la autoridad y la influencia de nuestra alianza han aumentado. Nosotros nos proponemos seguir fortaleciendo esta organización”, dijo Putin antes de abrir la cumbre en Kazán, en la primera reunión internacional que se celebra en Rusia desde el comienzo de la guerra en Ucrania, que convirtió a este país en un paria a ojos del resto del mundo al ser objeto de miles de sanciones. Durante las últimas semanas el Kremlin ha destacado que los países miembros del grupo fundado en 2006 son una alternativa al monopolio occidental, ya que representan un tercio de la economía mundial y cerca de la mitad de la población del planeta.