La decisión supone la liberación de 533 presos "sancionados por delitos diversos" y que serán excarcelados "gradualmente". Se trata de un proceso que ha contado con la mediación del Vaticano
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, retiró este martes a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo, a menos de una semana de ser relevado por Donald Trump, quien en su primer mandato colocó a la isla en ese listado que conlleva severas sanciones.
El doble anuncio, que podría suponer el primer paso para un acercamiento bilateral, queda sin embargo de alguna forma entre interrogantes por la llegada en apenas seis días a la Casa Blanca del republicano Donald Trump, quien durante su primer mandato (2017-2021) incluyó a Cuba en esa lista, que tiene severas consecuencias financieras.
La liberación de los presos, según explicó el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano, afecta a 553 personas “sancionadas por delitos diversos” y que serán excarcelados “gradualmente”. La Casa Blanca indicó por su parte que las liberaciones comenzarán “en relativamente poco tiempo” y que entre los presos seleccionados hay personas que participaron en las protestas antigubernamentales del 11 de julio de 2021 (11J), las mayores en décadas en Cuba.
El mandatario saliente suspendió también la capacidad de los ciudadanos estadounidenses de demandar en tribunales de Estados Unidos la expropiación de sus propiedades en Cuba y levantó algunas sanciones financieras.
Peticiones de los sociosFuentes de la Administración de Biden explicaron que han recibido en los últimos años peticiones de varios socios, como la Unión Europea (UE), España, Brasil, Colombia, Chile y Canadá, para retirar a Cuba de la lista de países que promueven el terrorismo.
La inclusión de Cuba en el listado en enero de 2021 fue una de las últimas decisiones que tomó el republicano Donald Trump antes de dejar el poder en su primer mandato.
Estados Unidos justificó entonces la medida aludiendo a la presencia en la isla de miembros de la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que viajaron a La Habana para iniciar negociaciones de paz con el Gobierno de Colombia.
Esa designación implica la prohibición de venta de armas con ese país, un mayor control a sus exportaciones, restricciones en la ayuda exterior, mayores requisitos para los visados y diversas sanciones económicas.
Cuba había formado parte de la lista desde 1982 pero salió en 2015, durante la etapa de acercamiento impulsada por el entonces presidente estadounidense Barack Obama (2009-2017) y frenada por Trump, que durante su mandato redobló las sanciones sobre La Habana y frenó el “deshielo”.
La Administración saliente de Biden ha hecho algunos gestos hacia la isla, como la eliminación del límite de remesas para Cuba, pero había mantenido hasta ahora a Cuba en ese listado.
El presidente cubano, Miguel Días-Canel, exigió en reiteradas ocasiones a Washington que sacara a su país de la lista, cuya inclusión considera injustificada y tiene serias implicaciones económicas para la isla.
Biden hizo este anuncio a pocos días de que el 20 de enero entre en marcha la nueva Administración de Trump, quien ha nominado como secretario de Estado a Marco Rubio, senador de origen cubano y partidario de la línea dura contra La Habana.
Con la salida de Cuba de la lista, los únicos Estados que permanecen designados por el Departamento de Estado de Estados Unidos como promotores del terrorismo son Corea del Norte, Irán y Siria.