Back to Top

La criolita, el oro blanco que ha tensado aún más las relaciones entre Groenlandia y Dinamarca en plena tensión por Trump

La criolita, el oro blanco que ha tensado aún más las relaciones entre Groenlandia y Dinamarca en plena tensión por Trump

Un polémico documental revela que la explotación de este mineral generó beneficios millonarios para empresas y el estado danés durante 130 años

¿Por qué Trump está obsesionado con Groenlandia?

La criolita, un mineral también conocido como “oro blanco” que se utiliza en la producción de aluminio, solamente se encuentra en grandes cantidades bajo el subsuelo de Groenlandia. Este material, que tiene el aspecto de una roca de hielo, ha tensado aún más las relaciones entre los gobiernos de Dinamarca y Groenlandia en los últimos días.

Un documental de la cadena pública danesa DR emitido este mes ha revelado que durante más de 130 años la explotación de criolita en la isla ártica ha generado beneficios millonarios para empresas y para el Estado danés. Según el reportaje, durante los años 1854 y 1987 el mineral se extrajo de una mina en el suroeste de Groenlandia por valor de 400.000 millones de coronas (54 millones de euros). Además, la misma cantidad fue a parar a la empresa estadounidense que compró la criolita en bruto y la vendió a otras empresas de Estados Unidos, según alega la película.

El documental, titulado Grønlands hvide guld (El oro blanco de Groenlandia), se estrenó en televisión al mismo tiempo en Dinamarca y en Groenlandia, y se ha emitido en un momento especialmente delicado entre los gobiernos de Copenhague y Nuuk, tras las declaraciones del presidente norteamericano, Donald Trump, de querer “tomar el control” del territorio autónomo danés. Además, la producción de DR se ha estrenado en medio de la campaña electoral de las elecciones que se celebraran en marzo en la isla ártica, donde la cuestión del referéndum de independencia tiene un papel central en el debate político.

La película también ha generado una oleada de críticas por parte de economistas y partidos políticos en Dinamarca, que ponen en duda la cifra de los beneficios millonarios que se menciona en el documental. Tales han sido los reproches, que finalmente DR ha optado por retirar el vídeo de su plataforma.

Para Groenlandia, en cambio, el documental desafía la narrativa que ha imperado hasta ahora en la relación con Dinamarca, en la que a menudo se menciona que la isla ártica depende de la subvención anual de Copenhague y que no ha generado nunca beneficio económico alguno para los daneses: “Dinamarca se ha beneficiado mucho a nuestra cuenta, nos han mantenido en la ignorancia y nos han dicho que solamente hemos sido un gasto, pero no se pueden esconder las acciones injustas y el pasado colonial (de Dinamarca)” reaccionó en un mensaje subido a Instagram el primer ministro groenlandés, Múte Egede, tras saberse la noticia de la retirada del documental en DR.

Polémica con la cifra de los 400.000 millones

El documental sigue a la investigadora de la Universidad de Copenhague Naja Graugaard hasta la ciudad minera de Ivittuut, donde se empezó a extraer criolita en el siglo XIX. Varias empresas danesas se encargaron de su explotación, mientras el Estado danés tenía el monopolio de las licitaciones. La mina también fue utilizada por empresas estadounidenses y su valor queda subrayado por el hecho de que en la segunda guerra mundial se desplegaron 600 soldados norteamericanos para protegerla.

De vuelta a Copenhague, el documental recorre los archivos de contabilidad de las empresas que participaron en la extracción de la criolita para concluir que su venta ascendió hasta un valor hoy equivalente a 54 millones de euros. Este dinero, señala la filmación de DR, ha servido para que se fundaran empresas que han sido el motor de la económica danesa durante décadas, o en la construcción de la iglesia de mármol en Copenhague, sin que revirtiera de ninguna forma en la sociedad groenlandesa.

En el documental, uno de los economistas más reputados en el país nórdico, Torben M. Andersen, afirma que la cifra de la discordia “está sujeta a una considerable incerteza”. A pesar de esta precaución, el experto apunta que “es sabido que las empresas relacionadas con la minería de la criolita han tenido grandes beneficios y han pagado cantidades importantes en impuestos y dividendos al Estado. Esto demuestra que ha sido un gran negocio”. Para la investigadora Graugaard, en el documental “se demuestra que Dinamarca realmente tenía motivos económicos para estar en Groenlandia”.

Sin embargo, tras su emisión, varios economistas denunciaron en los medios de comunicación daneses que la cifra señalada era engañosa, ya que no tenía en cuenta el coste de la extracción y el transporte del mineral, así como las repercusiones económicas para Groenlandia. También señalaron que los beneficios obtenidos por el Estado danés representan solo una fracción: “Si no lo supiera, podría haber pensado que habían intervenido troles rusos (en la producción de la película)”, criticaba el profesor emérito Kjeld Møller Pedersen en las páginas del diario Berlingske.

En el ámbito político, varios partidos han pedido la comparecencia del ministro de Cultura en el parlamento para que responda sobre las críticas que ha recibido el documental por su inexactitud en las cifras económicas: “No podemos tener un medio estatal financiado por los contribuyentes que emita noticias falsas en medio de una situación política importante y muy tensa, ¿Qué hará Donald Trump con esa información?” dijo el portavoz del ultraderechista Partido Popular Danés, Alex Ahrendtsen. Por su parte, el ministro de cultura, Jakob Engel-Schmidt, criticó a los creadores de la película en un mensaje Facebook por no diferenciar entre ingresos y beneficios con el comercio de la criolita, provocando que el resultado final del documental “sea engañoso, irresponsable, y llegue en el peor momento”.

Groenlandia pide investigar otras minas

Las informaciones sobre el volumen de negocio en torno a la explotación de la criolita han causado gran indignación en la isla ártica. El diputado Kuno Fencker, miembro del partido socialdemócrata Siumut, afirmó que “no es casualidad que Groenlandia luche con problemas sociales, pobreza y desigualdad estructural. Es el resultado de décadas de explotación económica, en las que nuestra riqueza fue enviada a Dinamarca mientras nos quedamos sin inversión en nuestro propio futuro”, afirmó.

Tras la emisión del documental, varios partidos políticos han pedido abrir una investigación en el Inatsisartut (el parlamento groenlandés) para fiscalizar todas las minas explotadas por empresas danesas y extranjeras antes de que el gobierno de Nuuk asumiera el control de la gestión de los recursos naturales en 2009. En paralelo, también han exigido un trato de “igualdad” en las relaciones con Dinamarca.

Cron Job Starts