La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la chilena Michelle Bachelet, instó este sábado en Kuala Lumpur al gobierno de Malasia a retirar las leyes que coartan la libertad de expresión en el país asiático.
Las leyes de Sedición, Asamblea Pacífica, Secretos Oficiales o Comunicación y Multimedia, son algunas los normas que Bachelet citó en la rueda de presa a la conclusión de la visita oficial de dos días a la nación.
Estas normas, establecidas en el Código Penal desde hace décadas, han sido utilizadas en el pasado como instrumento para detener cualquier atisbo de oposición.
La representante de la ONU, que tuvo una agenda apretada, se reunió el viernes con el primer ministro del país, Mahathir Mohamad, varios ministros, instituciones para los derechos humanos y organizaciones civiles.
Bachelet elogió el compromiso de las autoridades con los derechos humanos y la integración religiosa en la multicultural malasia -con mayoría de población musulmana, pero también conformado por grandes comunidades hindúes y chinas, además de aborígenes-.
Malasia, dijo la comisionada, trabaja en medidas legislativas para ampliar la protección de la mujer para alcanzar la igualdad de género y combatir la discriminación por sexo.
Además de los objetivos para el desarrollo sostenible, Bachelet conversó con las autoridades sobre los problemas de las personas apátridas en el país y apremió al reconocimiento del estatus de refugiados de miles de personas de la etnia rohinyá, que huyeron de Birmania donde han sufrido una campaña de limpieza étnica lanzada por el Ejército.
La representante de la ONU también demandó que Malasia mantenga la moratoria actual sobre la aplicación de la pena de muerte.
"Hay fuertes aspiraciones de cambio debido a la gran esperanza depositada sobre la actual Administración", que llegó al poder en 2016 tras vencer en las elecciones a la plataforma política en el poder desde la independencia en 1965, indicó la chilena, quien tiene previsto continuar su gira en Australia.