El Ejército de Israel ha emitido un comunicado con el que trata de explicar las circunstancias en las que sus soldados asesinaron a tiros a 15 trabajadores de emergencias perfectamente identificados mientras realizaban una operación de rescate
Golani, la temida brigada israelí responsable del asesinato de 15 trabajadores humanitarios en el sur de Gaza
Tras quedar expuestas las mentiras iniciales de Israel sobre la masacre de 15 trabajadores de emergencias en Gaza en pleno rescate, el Ejército publicó el domingo las conclusiones de su investigación, que en la práctica es una justificación del asesinato de un grupo de paramédicos que estaban operando perfectamente identificados y que acabaron enterrados en una fosa común a la que Israel no dio acceso hasta una semana después.
El informe del ejército israelí reconoce “errores profesionales” y “malentendidos”, pero justifica la acción de los soldados e incluso alaba a los responsables pese a admitir abiertamente que mintieron. Entre halagos, el Ejército israelí anuncia la destitución del comandante adjunto de la unidad que realizó el ataque.
La Media Luna Roja, que perdió a 8 de sus trabajadores en el ataque, ha denunciado que el informe “está lleno de mentiras”. “Es inaceptable, justifica el asesinato y traslada la responsabilidad a un error personal en el campo cuando la realidad es muy diferente”, ha señalado el portavoz de la organización.
“¿En una palabra? Encubrimiento”, ha señalado la ONG israelí Breaking the Silence. “Todos recordamos cuando las FDI [Fuerzas de Defensa de Israel, el ejército hebreo] afirmaron que las luces de emergencia de las ambulancias no estaban encendidas, y luego vimos las imágenes que demostraban lo contrario. No todas las mentiras tienen un vídeo que las desenmascare, pero este informe ni siquiera intenta abordar la verdad. Otro día, otro encubrimiento. Más vidas inocentes segadas, sin rendición de cuentas”.
En la primera versión oficial, Israel alegó que atacó las ambulancias y el camión de bomberos porque se acercaron con las luces apagadas y de manera sospechosa. Sin embargo, un vídeo recuperado del móvil de una de las víctimas reveló que los vehículos y sus ocupantes iban perfectamente identificados.
El escándalo salió a la luz cuando el pasado 30 de marzo, Jonathan Whittall, jefe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) en Palestina, relató la agónica operación de rescate de los 15 trabajadores humanitarios asesinados. El propio Whittall, que estuvo trabajando en la fosa común para sacar los cadáveres, también ha criticado la investigación castrense. “Una falta de rendición de cuentas real debilita el derecho internacional y hace del mundo un lugar más peligroso. Sin rendición de cuentas, nos arriesgamos a seguir viendo atrocidades”, expresó.
1/6 First responders should never be a target. Yet today @UNOCHA supported @PalestineRCS and Civil Defense to retrieve colleagues from a mass grave in #Rafah #Gaza that was marked with the emergency light from one of their crushed ambulances. pic.twitter.com/xFYFXWp2c6
— Jonathan Whittall (@_jwhittall) March 30, 2025 “Un malentendido operativo”Según la última versión de la investigación militar israelí, “los soldados estaban llevando a cabo una misión vital contra terroristas” y “no abrieron fuego indiscriminado”. Con esta frase, el comunicado trata de abordar las acusaciones que se han lanzado contra la Brigada Golani, responsable del ataque, de declarar “zonas para matar” y de no distinguir entre civiles y combatientes.
Según esta versión, primero los soldados atacaron un coche “identificado como vehículo de Hamás”. Entonces llegaron los trabajadores de emergencias para atender a los heridos. “Aproximadamente una hora después, las tropas abrieron fuego contra sospechosos que salían de un camión de bomberos y ambulancias muy cerca de la zona en la que operaban las tropas tras percibir una amenaza inmediata y tangible”, dice el comunicado.
“El comandante adjunto del batallón consideró que los vehículos eran de las fuerzas de Hamás, que habían llegado para asistir a los pasajeros del primer vehículo. Bajo esta impresión y sensación de amenaza, ordenó abrir fuego. 15 palestinos resultaron muertos, seis de los cuales fueron identificados en un examen retrospectivo como terroristas de Hamás. Debido a la escasa visibilidad nocturna, el comandante adjunto no reconoció inicialmente los vehículos como ambulancias. Solo más tarde, tras acercarse a los vehículos y escanearlos, descubrió que se trataba efectivamente de equipos de rescate”.
Israel no aporta ninguna prueba para justificar su acusación de que seis de los asesinados eran “terroristas” y ninguno de ellos iba armado. Unos 15 minutos más tarde, los soldados dispararon contra un vehículo de la ONU y mataron a un empleado de la organización en lo que el informe describe como “errores operativos” y “en violación de las regulaciones”. La autopsia de los cadáveres confirmó que estos habían recibido disparos en el pecho y en la cabeza.
En un principio, Israel alegó que los disparos se produjeron desde lejos, pero un análisis de audio realizado por la BBC con el vídeo grabado con el móvil de una de las víctimas revela que estos empezaron a unos 43 metros de distancia y acabaron a 12 metros, lo que se considera distancia corta. Hubo más de 100 disparos.
“El examen determinó que los disparos en los dos primeros incidentes [al primer vehículo y a los trabajadores de emergencias que acudieron en su ayuda] se debieron a un malentendido operativo de las tropas, que creyeron que se enfrentaban a una amenaza tangible de las fuerzas enemigas”, sostiene el informe.
Antes de asegurar que los soldados no sabían que estaban disparando contra ambulancias, el comunicado castrense afirma: “El incidente tiene como telón de fondo el reto y la responsabilidad de las FDI de respetar y proteger a los equipos e instalaciones médicas en el desempeño de sus funciones, al tiempo que se enfrentan al uso reiterado de estas infraestructuras por parte de Hamás con fines terroristas, incluido el uso de ambulancias para transportar terroristas y armas”.
En una rueda de prensa, el general de división Yoav Har Even, encargado de la polémica investigación, se refirió al “estado mental” de los soldados, alegando que pensaban que estaban respondiendo ante una amenaza inminente.
Ambulancias trituradas y la fosa comúnAl amanecer, los soldados decidieron reunir los cadáveres y enterrarlos “para prevenir mayores daños” y retirar los vehículos de la carretera “para preparar la evacuación de civiles”. El informe niega que respondiese a un intento de esconder la masacre, aunque reconoce que no fue una decisión adecuada. “El examen concluye que la retirada de los cadáveres era razonable dadas las circunstancias, pero que la decisión de aplastar los vehículos fue errónea. En general, no se intentó ocultar el suceso”.
Cuando Whittall publicó lo sucedido el 30 de marzo, contó que la OCHA intentó coordinar con Israel una misión para acceder a la zona del ataque y recuperar a los muertos. “Pero solo se nos permitió el acceso cinco días después”. Cuando por fin consiguieron entrar, se encontraron con “centenares de civiles huyendo bajo disparos”. “Vimos como una mujer recibía un disparo en la parte trasera de la cabeza. Cuando un joven intentó recuperarla, también le dispararon. Pudimos recuperar su cuerpo utilizando nuestro coche de la ONU”.
Whittall tuvo que retirarse junto a su equipo y volver al día siguiente. Al llegar descubrieron “una escena devastadora: ambulancias, el coche de la ONU y el camión de bomberos habían quedado machacados y parcialmente enterrados”. “Tras pasar horas cavando, recuperamos un cadáver; un trabajador de la Defensa Civil debajo de su camión”. Un día después, el equipo finalmente siguió cavando y recuperó todos los cuerpos enterrados.
La Golani, la temida brigada israelíEl informe castrense solo anuncia dos medidas concretas como consecuencia de su “investigación”: una “reprimenda” al comandante responsable de la operación “por su responsabilidad general en el incidente, incluido el procedimiento de combate y la gestión posterior del lugar de los hechos” y la destitución del comandante adjunto de la brigada que asesinó a los paramédicos por su responsabilidad sobre el terreno y por “dar un informe incompleto e impreciso” durante los interrogatorios.
La Brigada Golani, bajo el mando de la 14 Brigada Acorazada, es la responsable de la masacre. Inmediatamente después de anunciar la destitución del comandante adjunto de la Golani, el comunicado alaba su figura. “Los mandos destacaron que el subcomandante del Batallón de Reconocimiento Golani es un oficial muy respetado, cuyo servicio militar e historia personal reflejan un espíritu de combate, voluntariado y gran dedicación. Tras el 7 de octubre, regresó del extranjero para servir en la reserva, siguió operando en Gaza hasta que resultó herido en el combate y volvió al servicio tras su recuperación. Durante los últimos seis meses estuvo en servicio activo en la reserva y actuó como segundo comandante del batallón”, sostiene el texto.
El ministro de Seguridad Nacional de Israel, el ultraderechista Itamar Ben-Gvir, ha denunciado la destitución. “Es un grave error. Te arrepentirás”, ha señalado en referencia al máximo líder militar del país.
La Golani es una de las brigadas con peor fama del ejército y sus soldados han sido acusados de crímenes de guerra durante la guerra de castigo en Gaza: desde el asesinato de civiles al trato degradante de los cuerpos, la destrucción innecesaria de infraestructuras civiles y la incitación al genocidio.
Su general, Yehuda Vach, ha sido acusado por algunos exoficiales de haber delimitado una “zona para matar” en otro lugar de la franja que resultó en el asesinato arbitrario de civiles palestinos. Vach también ha dicho a sus soldados que “en Gaza no hay inocentes”, según reveló una investigación del periódico israelí Haaretz.
Un vídeo de las tropas de la Golani emitido por el Canal 14 de Israel en abril muestra a los soldados recibiendo información antes de volver a entrar en Gaza. En un momento del corte se ve a un jefe de batallón que parece darles vía libre para disparar a discreción. “Todo aquel con el que os encontréis es un enemigo. Si identificáis a alguien, lo elimináis”, dice. Este testimonio contradice el comunicado castrense.
Una canción escrita por un miembro del batallón 51º de la brigada se ha convertido en un himno no oficial para muchos soldados en la ofensiva en Gaza. La letra de la canción incluye expresiones como “por lo que le hicisteis a la nación de Israel, la Golani viene con Gasolina... Gaza arderá”.
En declaraciones a la CNN, Yoav Har-Even concluía: “No hay pruebas de ninguna conducta inmoral o no ética por las fuerzas [israelíes]. [...] Es un error. Puede pasar mañana —espero que no ocurra—. Desafortunadamente ha ocurrido”.